El Gobierno turco advierte que impedirá la secesión del enclave de Nagorni Karabaj

Turquía ha advertido que no permitirá la secesión de Nagorni Karabaj, al tiempo que el primer ministro turco, Suleyman Demirel, ha pedido la intervención del Consejo de Seguridad de la ONU para detener el derramamiento de sangre en esa región. Mientras, sigue sin saberse qué ha pasado exactamente en la localidad de Shushá, la última importante que controlaban los azerbaiyanos. Éstos aseguran haberla recapturado, pero los armenios lo niegan categóricamente.

"No podemos aceptar una modificación de las fronteras con el uso de la fuerza ni tampoco una violación de la integridad territorial [de Azerbaiyán]. Y Nagorni Karabaj está en suelo azerí" declaró por la televisión turca el viceprimer ministro Erdal Inonu, al informar sobre una sesión de emergencia del Gobierno para tratar la caída de Shushá en manos armenias. Armenia, por su parte, también se dirigió ayer a las Naciones Unidas mediante una carta en la que expresaba su temor por la posible intervención de Turquía en el conflicto que sostiene con Azerbaiyán.Demirel dijo estar convencido de que la comunidad internacional condenará la ofensiva armenia y dijo confiar en que el Consejo de Seguridad "tome las medidas necesarias para detener el baño de sangre".

Turquía, étnica y religiosamente muy cercana a Azerbaiyán, también ha mostrado su preocupación por los enfrentamientos ocurridos en la república autónoma de Najicheván, que se halla separada de Azerbaiyán por territorio armenio. "Es imposible que Armenia se apodere de Najicheván, pues ésta se encuentra bajo la protección legal de Turquía", señaló Demirel.

Mientras, en Bakú, capital de Azerbaiyán, altos funcionarios afirman que han recapturado Shushá, la última ciudad azerí en Nagorni Karabaj, que el sábado cayó en poder de Armenia.

Los armenios, sin embargo, niegan de forma terminante que ello sea verdad y aseguran que la ciudad continúa en sus manos. La diputada azerí Leila Yunúsova, que actualmente encabeza el Departamento de Información y Análisis del Ministerio de Defensa, no dijo nada sobre la recuperación del control de Shushá en la conferencia de prensa que dio ayer en Moscú, aunque señaló que se estaba combatiendo en sus alrededores para tratar de recuperarla.

Isá-zadé, sin embargo, asegura que son los armenios los que ahora combaten en las afueras de Shushá tratando de apoderarse nuevamente de la ciudad. El portavoz del Ministerio de Defensa informó también que los helicópteros azerbaiyanos habían bombardeado el aeropuerto de Jodzhalí -la ciudad donde a finales de febrero las fuerzas armenias mataron a cientos de civiles-, y destruido dos helicópteros. En otro ataque destruyeron el depósito de petróleo de Askerán. El Frente Popular azerí aseguró que esta última localidad, en el noreste de Nagorni Karabaj, ha sido tomada por los azerbaiyanos, que ahora combaten por capturar la aldea adyacente de Najichevánik.

Otro frente en la Comunidad de Estados Independientes del que ayer volvieron a saltar chispas es Tayikistán, en cuya capital, Dushanbé, un grupo de manifestantes trató de asaltar la sede local del KGB, en donde los últimos días han estado refugiados el presidente de la república, Rajmón Nabíyev. La policía antidisturbios, que protege el edificio, abrió fuego contra la muchedumbre. De acuerdo con las primeras evaluaciones, 10 personas han muerto y hay decenas de heridos. A pesar del incidente, prosigen las conversaciones entre representantes de la oposición, que controla la ciudad, y del Gobierno para formar un Gabinete de coalición.