No triunfan ni con el toro artista

La mayoría de las figuras de hoy no triunfa ni con el toro artista, que cría Juan Pedro Domecq para el lucimiento de los toreros de pellizco.Ni pellizco ni ná. Cuando el torero tiene sentimiento, le falta valor (Aparicio); cuando tiene valor, le sobra sosería (Litri), y cuando se llama Curro, hay que implorar una plegaria.

De todos modos, el triunfador de ayer se llama Romero. Triunfó por su decisión, por sus ganas de agradar, por su desmedido interés en que la Expo no le reste protagonismo. Como un debutante ávido de gloria recibió a sus dos toros, con decisión, con genio juvenil. Pero ni las embestidas eran largas ni su ánimo el de un chaval. Con el capote, al menos, todo quedó en buenas intenciones. Con la muleta, en su primer toro, desbordó el entusiasmo con una trincherilla, un derechazo y un pase de pecho. Pero hacía viento, y pensó que ya estaba bien por hoy. Su segundo le vino al pelo. Parado y soso, lo despechó de un bajonazo.

Aparicio entró en la feria por la puerta grande de los despachos y tiene el peligro de salir por la puerta falsa. Lleva dentro el arte más puro, pero le traiciona el ánimo. Protagonizó una sinfonía con el capote en el sexto, por verónicas y un galleo por chicuelinas; una trincherilla de cartel desbordó el entusiasmo, sonó la música, pero ¡ay¡, el toro hace un extraño, la sinfonía se rompe, y se deshizo el encanto... Momentos antes, Martín Recio había brindado un excelente par de banderillas a la memoria de Montoliú y la plaza se llenó de sentimiento. El tercero no quería pelea y buscaba con denuedo las tablas. Aparicio, entre dudas, miraba, triste, al público, y éste se la devolvía en silencio.

A Litri lo han convencido para que toree más despacio, y lo hace, pero ése no es su camino. Torea mejor, pero no dice nada. Y cuando comprueba que la faena se alarga y el público ni se inmuta trata de meterle el miedo en el cuerpo. Pero ya es tarde.

Toros poderosos en Valencia

Otras corridas de ayer, según información de Efe:Valencia. Toros de Mari Carmen Camacho, bien presentados, astifinos y poderosos. Juan Carlos Vera, ovación y oreja. Soro II, ovación; aviso y silencio. Víctor Manuel Blázquez, oreja y silencio.

Valladolid. Un tercio de entrada. Novillos de Joaquín Buendía, bien presentados, bravos y nobles. Chiquilín, aplausos en los dos. Manolo Sánchez, dos orejas y vuelta. Conrado Muñoz, oreja y silencio.