600 presos de Sendero, Luminoso continúan atrincherados en el penal limeño de Canto Grande

Unos 600 presos de la organización guerrillera maoista Sendero Luminoso permanecen atrincherados en el pabellón 413 del penal de Canto Grande a unos 20 kilómetros del centro de Lima, cercados por fuerzas militares y policiales en espera de una orden del Gobierno para intervenir. En los alrededores del penal, familiares de los presos acosan y son acosados por los policías y reclaman información sobre el destino de los suyos.

Tras el fracaso de la primera intervención contra los presos senderistas, el miércoles, el Gobierno peruano parece haber adoptado una actitud de espera para tratar de rendir por hambre y sed a los sitiados. La operación Mudanza 1 sólo consiguió trasladar a 20 presas. Para conseguir ese resultado el número de muertos ingresado en el depósito de cadáveres de Lima se eleva ya a 11 terroristas y 2 policías. La cifra podría ser mayor.

En los alrededores del penal, los familiares de los presos comentaban que durante la refriega recibían mensajes de los sitiados a base de paños negros, que indicaban un muerto, y blancos para informar sobre heridos. Si se confirma esta versión, los muertos podrían ser más de 20.

Las escaramuzas entre familiares y policías en los alrededores del penal se prologaron el jueves a lo largo de todo el día. Los familiares denunciaban ante los policías con lágrimas en los ojos, producto del dolor y también de los gases lacrimógenos, que habían encontrado muy destrozados los cadáveres en la morgue limeña. De vez en cuando, familiares sostenían ante cámaras y grabadoras una especie de mítines, para denunciar el "genocidio y asesinato de los mejores héroes del pueblo". Enardecidos, gritaban insultos a los policías. Éstos respondieron con gases lacrimógenos y lanzaron una tanqueta contra los congregados.

[Organizaciones humanitarias internacionales se ofrecieron ayer como mediadores para evitar un matanza, informa Efe.]

Se especula con que los senderistas hayan transportado algunos cadáveres de los suyos al abandonar el pabellón de mujeres y refugiarse en el de hombres. Una versión que circula en medios diplomáticos de Lima apunta a la posibilidad de que los senderistas tengan en su poder algún rehén de las fuerzas de seguridad.

Desde el exterior de Canto Grande no se advertía el menor movimiento dentro del pabellón 4B. Policías y soldados ocupan posiciones en los cerros de arena gris que rodean el penal. En el interior del pabellón de mujeres, abandonado tras el ataque del miércoles, se pudo advertir el ingenio de los presos para su defensa: con plásticos de botellas habían fabricado rudimentarias máscaras antigás. En 11 pabellón de hombres, donde ahora están atrincherados, los senderistas tenían toda una organización de autoabastecimiento con horno de pan, cocina y enfermería.

El Gobierno parece consciente de que la mudanza presenta muchas más dificultades de las previstas en un primer inciffiento. El comunicado oficial 07 del Ministerio del Interior dice que la policía "continúa actuando con la prudencia que la situación merece, a fin de reducir el costo social". Se advierte latente en la nota el temor a desencadenar una matanza similar a la de 1986, que colocaría en una situación todavía peor ante la opinión pública internacional al Gobierno de emergencia y reconstrucción nacional que preside Fujimori.