Bush adelanta su viaje a Los Ángeles para evitar un mayor deterioro electoral

Influido por unas encuestas que reflejan un descenso de su populanidad como consecuencia de los sucesos de Los Ángeles, el presidente George Bush decidió adelantar a hoy su viaje a esa ciudad californiana para supervisar en directo los daños económicos y políticos -y contrarrestar éstos en la parte que le toca- causados por la revuelta provocada por la absolución de los policías agresores de Rodney King.

El portavoz de la Casa Blanca negó, sin embargo, cualquier precipitación en el viaje del presidente. Se trata, declaró, de adelantar éste un día para que Bush pueda cumplir más descansado su intenso calendario del jueves. La visita será la gran oportunidad del presidente para exponer una política de mayor preocupación por la marginación económica y el racismo.Una encuesta del grupo Times-Mirror hecha pública ayer mostraba que la popularidad de Bush ha bajado a un 33%, siete puntos por debajo de donde se. encontraba hace dos semanas. El candidato demócrata Bill Clinton y el independiente Ross Perot han ascendido, ambos, hasta el 30%. Según la misma encuesta, se ha reducido también el margen que separa a Bush y a Clinton en cuanto a sus posibilidades presidenciales: el primero cuenta con un 43%, y el segundo, con un 40%. Clinton se encuentra en Los Ángeles desde el domingo por la noche.

Aunque se ha producido bastante coincidencia en elogiar el discurso pronunciado por Bush el pasado viernes, el presidente ha sido criticado por los medios de comunicación y por la oposición demócrata por haber reaccionado tarde a unos sucesos que se iniciaron en la tarde del miércoles. Las críticas más agrias las ha hecho la representante en el Congreso por el distrito South Central de Los Ángeles, el, núcleo de la revuelta, la demócrata Maxine Waters, quien responsabilizó directamente a la política económica y social de la Casa Blanca por los sucesos de la pasada semana. Waters anticipó que esa responsabilidad se verá reflejada en las urnas.