Las lipotimias de la Expo
Los servicios sanitarios de La Cartuja de Sevilla atienden a más de 300 personas cada día
Mareos, insolación, quemaduras y lipotimias, algunas de ellas en directivos agobiados por la tensión, conforman el parte médico de la Expo 92. El dispositivo sanitario montado en el recinto de La Cartuja de Sevilla es probablemente el único servicio de la Expo que no ha sufrido colapsos. En las dos primeras semanas de funcionamiento ha atendido a una media de 315 personas al día con las patologías más diversas. Para ello cuenta con un centro de asistencia principal, cinco unidades periféricas, tres UVI móviles, cinco ambulancias y unos 40 profesionales.
El Servicio Sanitario Expo 92 ha sido diseñado para atender a 36 millones de visitas, con una afluencia diaria de entre 100.000 y 300.000 personas. Cinco pequeñas unidades distribuidas en puntos estratégicos del recinto se encargan de las incidencias menores (la mayoría de las demandas), para lo que han sido equipadas con un médico, un enfermero, personal auxiliar y voluntarios de la Cruz Roja.Fuera del recinto prestan apoyo todos los hospitales públicos y varias clínicas privadas. De momento, sólo diez enfermos han sido trasladados a ellos. El caso más grave, un infarto. El más leve, el requerimiento de una ambulancia por una señora a la que los pies ya no le daban más de sí.
El centro asistencial principal (CAP) -que funciona las 24 horas del día y cuenta con siete médicos- recibe los casos de mayor complejidad diagnóstica y terapéutica. Concebido como un hospital, cuenta con salas de consultas y un área para pacientes críticos, con siete camas de observación y dos de reanimación, además de tecnología para la monitorización y estabilización. Según María Fernanda Raposo, directora del Servicio Sanitario Expo 92, "no se se pretende que funcione como una simple puerta de urgencias, pues hay patologías que, pese a ser complejas, pueden resolverse en sólo una horas y marcharse a casa". De hecho, varios enfermos han pasado la noche en el centro sin que fuera necesario trasladarlos a hospitales de Sevilla.
Para derivar pacientes a centros especializados, la Expo disponde de tres UVI móviles que garantizan el trayecto en condiciones óptimas, aunque, en estos primeros 15 días, sólo se han efectuado diez, "y ninguno desesperado", puntualiza Raposo. En cada puesto sanitario de La Cartuja, personal de apoyo facilita el desplazamiento de familiares al centro donde ingrese el enfermo o contacta con las embajadas y consulados si se trata de extranjeros.
Todos los facultativos están especializados en medicina de emergencia y cuidados intensivos, y la plantilla cuenta también con pediatras, ya que buena parte de los que acuden a consulta son niños. "En estas dos primeras semanas, las patologías habituales han sido urticarias en la piel por el sol, desmayos de personas mayores y caídas, la mayoría de trabajadores y azafatas", señala Raposo. Los avisos se realizan mediante un teléfono interior y a través de la radio.
Directivos en crisis
El centro hospitalario de la Expo funciona desde 1989, fecha en la que el volumen de trabajadores que construían el recinto se incrementó de forma espectacular. Aunque en este periodo se produjeron algunos accidentes laborales que resultaron ser mortales, nunca se ha registrado un fallecimiento en el interior de La Cartuja. En los últimos días de la pre Expo también aumentó de forma llamativa la asistencia a directivos con dolencias cardiacas y crisis de agotamiento.Mientras que la atención en el recinto depende de la Sociadad Estatal Expo 92 y es gratuita, una vez rebasados los límites de La Cartuja, la responsabilidad corresponde al Servicio Andaluz de Salud (SAS). De 1990 a 1992, las camas hospitalarias de Sevilla se han ampliado en 5 10, de manera que la red pública de la provincia cuenta en la actualidad con 4.441 camas. El SAS ha reforzado también, con motivo de la Expo, todos los puntos de urgencia de Sevilla y centros de salud de carreteras, dentro del Plan Andaluz de Catástrofes.
En las llamadas consultas de transeúntes, habilitadas,en los tres ambulatorios centrales de Sevilla, se asiste a los visitantes que no sufren una afección grave ni urgente pero precisan la atención de un médico de cabecera. La información para saber adónde deben dirigirse se ha distribuido en hoteles y agencias de viajes. La masificación de los hospitales del SAS -la lista de espera para intervenciones quirúrgicas en Sevilla supera los 11.000 enfermos- llevó a la Expo a firmar un convenio de colaboración con el hospital Militar y Mapfre para recibir enfermos durante la Expo. Asimismo, se ha llegado a acuerdos con las clínicas privadas más importantes.
Según María Fernanda Raposo, la mayoría de los visitantes extranjeros cuentan con seguros internacionales de asistencia, con cuyas compañías se ha contactado previamente para elaborar un banco de datos. "Si no existe un convenio bilateral de salud con el país del paciente ni está asegurado, en última instancia se factura directamente al enfermo, porque quien viene a la Expo normalmente no es un probrecito desgraciado", añade.
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