Dos guardias heridos tras la explosión de bombas colocadas por los GRAPO en Trabajo y en INI

El sargento de la Guardia Civil Alberto Blanco Serrano, de 54 años, y el agente Rafael Quero Hidalgo, de 35, resultaron heridos ayer por la explosión de una boníba colocada en el Ministerio, de Trabajo por un activista de los Grupos de Resistencia Antifáseista Primero de Octubre (GRAPO). El artefacto estalló en un lavabo situado a 70 metros del despacho del ministro. Los funcionarios aseguran que no evacuaron el edificio porque no se les avisó por megafonía. Otro paquete estalló en la sede del INI, pero no hubo heridos. La policía interpreta este resurgir de los GRAPO como una respuesta al decretazo.

Alrededor de las 13.15 de la tarde de ayer, una voz anónima que dijo hablar en nombre de los GRAPO anunció que en breves momentos estallaría una bomba en uno de los servicios del edificio. En lugar de llamar al 091, los responsables de seguridad del Ministerio ordenaron una inspección a los guardias allí destacados, sin que éstos mandaran desalojar a los empleados. Algunos funcionarios han declarado que se enteraron del peligro al conocerse la situación por el sistema del boca a boca, sin que se anunciara por megafonía, como es habitual en estas ocasiones. Sólo unos pocos abandonaron el centro situado en el complejo de los Nuevos Ministerios-, mientras que los otros permanecieron en él porque no se- enteraron o porque pensaban que era una broma. " Aquí hay amenazas a diario", afirma uno de éstos.Un grupo de funcionarios declaró que el artefacto estalló unos 20 minutos después de darse la alarma. "Tembló todo el edificio" recorbaba Germán, chófer de un alto cargo, que subió corriendo, desde el primer piso hasta el tercero en ayuda de las posibles víctimas. Al llegar al servicio del gabinete del ministro encontré a dos guardias civiles aplastados por los cascotes. Uno tenía, heridas por todo el cuerpo y el otro se quejaba de una pierna. Olía mucho a pólvora y había Mucho, humo", dice.

El ministro, en las Cortes

La bomba había sido depositada por el terrorista en un cuarto de aseo con fachada a la calle de Agustín de Betancourt. La onda expansiva destrozó el aseo y varias oficinas, entre ellas la del director general de Informática y Estadística del Ministerio de Trabajo, Pedro Maestre Yenes. El ministro, cuyo despacho está a unos 70 metros de distancia del lugar de la explosión, comparecía en ese momento en Las Cortes, donde quedó convalidado el polémico decreto sobre prestaciones por desempleo conocido como el decretazo.

Según fuentes policiales, en el Ministerio de Trabajo hay un control de visitantes. Hay sospechas de que el, autor del atentado que no fue fichado, fue un individuo de 30 o 35 años, pelo corto y 1,70 de estatura, vestido con una camisa blanca y una gabardina, pese al buen tiempo que ayer hizo en Madrid. El petardo, introducido en una caja de cartón de folios Rank Xerox, estaba compuesto de casi tres kilos de cloratita y se accionó con un temporizador.

El guardia Rafael Quero fue trasladado al, hospital de La Paz, afectado por quemaduras en el 15% de su cuerpo, sobre todo en las piernas y en la cara, además de fractura de un antebrazo. El sargento Alberto Blanco, atendido en el hospital Ramón y Cajal, sufre contusiones en ambas piernas y tiene la audición afectada por la fuerte detonación.

Antes de las 14.00 estalló otro artefacto de menor potencia en la sede del INI, en la madrileña plaza del Marqués de Salamanca, donde no hubo víctimas. Media hora antes, una hombre telefonó al INI para anunciar la colocación de la bomba. El edificio había sido desalojado por la policía. Cuando los artificieros iban a desactivarlo, se produjo la explosión del artefacto, que había sido depositado en un cuarto de aseo situado junto a la sala de exposición permanente, en el sótano. Sólo causó escasos daños.

Rosa Conde, ministra portavoz del Gobierno, declaró que éste sospecha que los atentados son imputables a los GRAPO. La policía teme que detrás de esta ofensiva se halle el dirigente Fernando Silva Sande, que el pasado 31 de mario escapó de la cárcel de Granada. IU condenó estos atentados, que "pretenden crear un clima de violencia alrededor de las legítimas demandas de los trabajadores y enturbia cada vez más las relaciones políticas y sociales". UGT también expresó su "absoluta repulsa".