Hermanos de ministros en pleito
Juan Aranzadi y Justino Zapatero intervienen en un litigio por prevaricación en Segovia
Ironías del destino: hermanos de ministro y residentes en Segovia. El parentesco político y la justicia se han aliado por azar en un pequeño pueblo, Arcones -300 habitantes-, sumido en una mezcla de cisma religioso y conflicto civil que incluye al párroco. El vecino Juan Aranzadi, hermano del titular de Industria, acaba de ganar al alcalde del PP, Lino Hontoria, en un pleito cuyo fiscal era Justino Zapatero, hermano del ministro de Relaciones con las Cortes.
En Arcones, a 42 kilómetros de Segovia; el horno no está para bollos. Y menos desde que el alcalde vendió el suyo por, 22.000 pesetas, al Ayuntamiento que él mismo preside. Esta venta y, sobre todo, haber cobrado jornales municipales por la corta de enebros y por trabajos de rehabilitación en una escuela pública sirvieron a Aranzadi y al ex concejal socialista Tomás Hernanz para presentar, meses atrás, una querella contra Lino Hontoria. Le acusaban de prevaricación y malversación de caudales públicos.El fiscal del juzgado de instrucción número 2 de Segovia, Justino Zapatero, se opuso a la querella de Juan Aranzadi. Los mal pensados pudieron creer que las diferentes sensibilidades del Gabinete -el ministro de Industria es solchaguista y el de Relaciones con las Cortes, guerrista- llegaban hasta los hermanos que ni se conocían ni militan en el PSOE.
"Vi que había irregularidades en la actuación del alcalde, pero no de ámbito penal, sino administrativo. Por eso dije que el caso debía corresponder al Tribunal de Cuentas", explica el fiscal. Sin embargo, la Audiencia Provincial dio el visto bueno a la acusación y a Zapatero le tocó intervenir -interrogatorio a Arazandi incluido- en el juicio celebrado el pasado 3 de marzo. Presidía la vista oral otro apellido famoso: Cándido Conde Pumpido, hijo del recién jubilado teniente fiscal del Tribunal Supremo. En las cinco horas de juicio público, más de uno vio escenas de película de Berlanga" en la sala llena de vecinos.
El desenlace llega el 31 de marzo: En la sentencia, los jueces consideran al alcalde culpable de fraude por haberse interesado en negocios en los que tenía que actuar también como autoridad. Le inhabilitan para ocupar cargo público durante seis años y un día. Además, le condenan a devolver al Ayuntamiento las 237.000 pesetas cobradas por los jornales y el horno y a pagar una multa de la misma cuantía.
Alcalde contra cura
"He recurrido ante el Supremo. No tengo mala conciencia de nada", asegura escuetamente Lino Hontoria. Cree que su único delito es "querer al pueblo". Niega haberse beneficiado económicamente.* con el cargo: "A mí me cuesta millones ser alcalde",- zanja este carpintero -con fama de autoritario.
La sentencia no ha traído la paz a Arcones, un pueblo también dividido por culpa de la concentración parcelaria. Cada misa sigue siendo un plebiscito, un tour de force entre los dos bandos, atrincherados en bares diferentes.
Los detractores del alcalde son, a la vez, defensores del cura, Félix Arribas, que ha dejado la corresponsalía de El Adelantado de Segovia por consejo del obispo. A Hontoria, que tiene buenas relaciones con el médico y su esposa -secretaria del Ayuntamiento-, ya no le pueden molestar las crónicas, pero el enfrentamiento perdura. Entre otras cosas, el sacerdote se niega a cambiar a domingo la fecha del patrón, San Miguel, tal como pretende el alcalde. La última procesión del santo, el pasado septiembre, se celebró bajo custodia de la Guardia Civil. "Hay que diferenciar entre Dios y la política", predica el sacerdote en la homilía. "Este cura me ha quitado hasta la devoción", dice fuera uno de los afines al alcalde.
Parentescos bajo sospecha
"Por ser hermano de ministro estás bajo sospecha. La gente piensa que eres un chorizo". Juan Aranzadi anda harto de los vientos de tráfico de influencias que soplan desde el caso Juan Guerra. "Primero tengo que escucharme las críticas a la política industrial y luego acaban pidiéndome un enchufe", añade este antropólogo vecino de Arcones desde 1975. "El parentesco acaba perjudicándote. Cuando me compré un piso la gente me decía: 'Te habrá salido más barato gracias a tu hermano" se queja Zapatero.Aranzadi asegura que el enfrentamiento con el alcalde nada tiene que ver con la política. Viene de antiguo. Comenzó en el verano de 1989 cuando el antropólogo protestó por el vuelo de los ruidosos ultraligeros sobre el pueblo. El alcalde era partidario de esa actividad, a la que acabó oponiéndose Aviación Civil. Las instalaciones quedaron clausuradas, pero Aranzadi ya había revisado los papeles del Ayuntamiento y encontrado las irregularidades que denunció.
"Lo del juzgado es sólo la punta del iceberg, apunta el único concejal del CDS, Antonio Rodríguez. Considera al alcalde responsable de la división vecinal. "Nunca hemos estado tan enfrentados", añade Daniel Rodríguez, uno de los dos concejales socialistas que la oposición al PP, que dispone de cuatro.
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