Gracias a EL PAÍS

Gracias, señores periodistas, por atacar de forma tan baja y navajera. Son ustedes mucho peores que los traficantes. Ridiculizan a nuestro barrio, atacan la dignidad de las personas que viven allí y nos achacan de analfabetos. Sus comentarios sobre nuestras comunicaciones con respecto a otros barrios de Madrid (que serían de envidia) son también criticadas como algo malo y desastroso.En su artículo sobre los nicanores del 12 de abril de 1992, nos insinúan que somos ridículos por utilizar el tren y dejar el coche en casa, acto poco cívico según ustedes. Nos están haciendo un daño irreparable, y hacen que ser ciudadano de Villaverde sea ser un ciudadano de segunda clase y que renunciemos con orgullo a ,decir de dónde somos.

Cuando hablan de paro, no sé muy bien a qué se refieren. La gente de Villaverde suele tener una ventaja sobre los demás barrios; nuestras inmejorables comunicaciones con el centro de Madrid y nuestras zonas industriales. Todo ello hace que tengamos más opciones de trabajo que mucha gente del norte de la ciudad que tiene que desplazarse a las zonas industriales del sur porque en sus privilegiados barrios del norte no hay nada.

Por último, les diré que mi familia lleva viviendo en Villaverde Bajo 70 años. Mi, hermana mayor es licenciada en Magisterio por la Universidad Autónoma y ejerce como tal en el MEC; mi hermana mediana es licenciada en Pedagogía por la Universidad Complutense y licenciada en magisterio por la Universidad Autónoma de Madrid y en la actualidad ejerce como tal, y mi hermana pequeña es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma, licenciada en Estomatología por la Universidad Complutense y Odontopediatría, actualmente ejerce en su clínica como tal. El que escribe es tan sólo un simple protésico dental, que trabaja en un laboratorio de Madrid. Este historial no es casualidad, muchos vecinos de este barrio que llevan aquí viviendo muchos años son también buena gente, que no se merecen el tener que renegar de donde son.

Por favor, les pido que no nos ridiculicen más. Si me dejan, yo también soy capaz de sacar las peores fotos y hacer los más engañosos comentarios de cualquier zona del mundo por muy rica que ésta sea. Acabaré diciendo que, gracias a ustedes, somos ahora un barrio marginado.

Gracias a EL PAÍS. ¡Qué asco!-