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¿Podrá Menem ser reelegido?

Con la economía argentina encarrilada, el debate que cobra fuerza a medida que se acerca el ecuador del mandato de Carlos Menem, de 62 años, vierte sobre una reforma constitucional que permita al actual presidente presentarse a su reelección en 1995.

"Toda la acción del Gobierno se supedita ahora a la reelección", acusa Fernando de la Rúa, presidente del Bloque de la Unión Cívica Radical y, probablemente, el dirigente radical más popular. "No estamos en contra de la conveniencia de la reforma, sino de la pretensión de reeditar lo que impuso Juan Perón en 1949, ser reelegido", añade Antonio Tróccoli, ex ministro radical del Interior. "Todavía la democracia es lo suficientemente frágil como para no permitirse esos juegos".

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Hace dos semanas, el Comité Nacional Radical se pronunció contra la convocatoria de un plebiscito no vinculante, sugerido por algunos peronistas para dar vía libre a la modificación de la Constitución, que prevé un mandato presidencial de seis años no prorrogable y estipula que el jefe del Estado debe ser católico. De origen musulmán, Menem se declara católico.

Religión y política

Cuando se le pregunta a Menem por la eventual reforma habla sin tapujos de la necesidad de suprimir el requisito de ser católico para acceder a la presidencia "en un país en el que la sexta parte de la población no profesa" esa religión. Rehúye, en cambio, evocar la posible obtención de un segundo mandato porque "apenas se menciono y ya dicen que se trata de un proyecto personal. No resiste, sin embargo, mucho tiempo la tentación de rebatir ante una decena de periodistas los argumentos de sus adversarios. "Me causa gracia cuando los radicales me acusan de autoritarismo", afirma antes de recordar que numerosas constituciones regionales, empezando por aquellos Estados en manos de los radicales, se han reformado para permitir la reelección de¡ gobernador y eliminar la exigencia de ser católico. Se adivina que Menem desearía hacer lo mismo con la Carta Magna federal. El primer interesado en averiguar sus intenciones no es, paradójicamente, ningún dirigente de la oposición, sino uno de sus hombres de confianza que, si no prospera la reforma, tiene serias posibilidades de sucederle: Domingo Cavallo, de 46 años, titular de Economía. "El ministro", ironizaba el radical De la Rúa, "tiene que aclarar cuanto antes que en 1995 no va a competir con el presidente".

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