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El Instituto Pasteur logra reemplazar un gen en un embrión de ratón

El Instituto Pasteur ha logrado, por primera vez en la historia de si la ciencia, reemplazar un gen por otro en una célula embrionaria de mamífero, de manera que el ratoncillo nacido del experimento puede calificarse de ratón mutante. El experimento fue desarrollado por el equipo del profesor Philippe Brulet, tal y como confirmó la a este periódico un portavoz del Instituto Pasteur y, más concretamente, por su unidad de genética celular.

La nueva técnica, la recombinación genética homóloga, permite controlar con exactitud el lugar de integración y el número de copias del gen introducido en una célula, de manera que hoy puede afirmarse que los investigadores están en condiciones de introducir un gen en un lugar concreto del genoma sin que eso comporte una modificación incontrolada y no deseable de los otros genes. La pregunta a la que han querido responder los investigadores del Instituto Pasteur es la siguiente: ¿cómo se organiza un embrión de una treintena de células -un amasijo de células indiferenciadas surgido de las sucesivas divisiones del .huevo fecundado- para que todo desemboque en una cabeza, una columna vertebral y una parte caudal? En esa creación de la arquitectura de losembriones intervienen los homeogenes, grupos de genes de los que depende el determina muy precozmente el futuro de los mismos.

Los investigadores han trabajado a partir de un homeogen de ratón: el llamado hox-31. Sus células han sido modificadas y, a continuación, inyectadas en un ratón albino. Luego se ha procedido a una serie de cruces hasta conseguir unos descendientes en el que hox-31 quedaba desactivado y era reemplazado por el gen LacZ, el mismo que se había utilizado para la modificación inicial de la cadena celular.

Otras costillas

Los ratones nacidos del experimento presentan una serie de particularidades, como el tener una costilla más y el que una de las que habitualmente son flotantes no lo sea. La conclusión es que la pérdida de la función hox-3 1 ha transformado toda una región, no siendo pues la posición de las células la que ha sido modificada sino su identidad misma. El experimento se ha realizado con ratones pero también con insectos. Sus resultados han sido publicados en la revista Cell. El trabajo permite evaluar el papel desempeñado por un gen en determinadas condiciones fisiológicas y la técnica empleada es susceptible de ser utilizada en diversos dominios de la biología: desde la neurobiología hasta la inmunología pasando por toda la investigación sobre el cáncer.

A partir de ese descubrimiento se puede pensar en crear modelos animales de determinadas enfermedades genéticas y trabajar en vistas a su curación. Obviamente, el destino último de este tipo de investigaciones de ingeniería genética es abrir las puertas precisamente de una nueva terapia genética y celular de la que el beneficiario sería el hombre, que podría verse liberado de muchas de las enfermedades consideradas hereditarias.

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