Un juez romano pide procesar a un obispo por ocultar una supuesta carta de Calvi comprometedora para el Papa
Un juez de instrucción romano ha pedido el procesamiento del obispo Pavel Hnilica, jesuita checoslovaco de 71 años que llegó a Roma como exiliado y colaborador de Karol Wojtyla, por el presunto delito de ocultación de una carta atribuida al fallecido presidente del Banco Ambrosiano, Roberto Calvi, cuyo contenido sería comprometedor para el Papa. En su petición, el juez da por buena la carta, sobre cuya autenticidad existen dudas, y afirma tener pruebas de que Hnilica compró el documento al empresario romano Flavio Carboni, uno de los sometidos a investigación judicial por el asesinato de Calvi.
La supuesta carta, en la que Calvi pide apoyo al papa Wojtyla en recuerdo de la ayuda que él habría prestado al Vaticano para financiar movimientos anticomunistas en el Este y en América Latina, fue publicada con gran despliegue el pasado domingo por el diario La Repubblica. Uno de los principales accionistas de ese diario, Carlo de Benedetti, presidente de Olivetti, resultó condenado la pasada semana en primera instancia a una pena de más de seis años de cárcel por concurso en la quiebra del Ambrosiano. El resto de la prensa italiana criticó inmediatamente la noticia de La Repubblica como una "exclusiva falsa", debido a que ése y otros diarios habían publicado ya el pasado mes de junio la misma carta, cuya autenticidad fue mayoritariamente puesta en duda. El Vaticano confirmó oficialmente no haber recibido nunca la misiva atribuida a Calvi -La Repubblica admitió el mismo domingo como probable la hipótesis de que ésta nunca hubiera sido enviada- y desmintió que, en cualquier caso, la Santa Sede -hubiera promovido financiaciones dudosas en el Este o en América Latina.
Clara Calvi, la viuda del banquero, reconoció, por su parte, como auténtica la firma de su marido que figura al pie de la fotocopia disponible de la carta, pero descartó que ésta fuera auténtica. El Vaticano denegó a la justicia italiana el procesamiento del sacerdote Paul Marzinkus, ex director del Instituto para las Obras de la Religión (IOR), conocido como el banco del Papa, y que pagó 250 millones de dólares (unos 27.500 millones de pesetas) para saldar cualquier posible relación del IOR con la quiebra del Ambrosiano.
En cuanto al obispo Hnilica, cuyo procesamiento se pide ahora, parece haber reconocido ante el juez que el empresario Carboni le ofreció en 1986 la venta de una bolsa de documentos que Calvi llevó consigo cuando huyó a Londres. En ella se encontraba la fotocopia de la carta publicada por La Repubblica, fechada el 5 de junio de 1982, es decir, 12 días antes de que Calvi apareciera ahorcado bajo el puente de Black Friars, en Londres.
El IOR denegó en su momento a Carboni el pago de varios cheques que llevaban firma de Hnilica y que éste habría entregado al empresario a cambio de la bolsa. El juez romano reconoce que el obispo no llegó a pagar los 51.000 millones de liras (más de 4.000 millones de pesetas) que Carboni le pidió por los misteriosos documentos, pero dice tener pruebas de que sí le hizo llegar otras cantidades menores por vía distinta del IOR.
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