El fracaso de Hayek
Me ha llamado la atención el artículo de Pedro Schwartz sobre la carrera del recién fallecido Frederick von Hayek, el pensador neoliberal (EL PAÍS, 25 de marzo de 1992). Quiero expresar mi desacuerdo con las opiniones del señor Schwartz. Él mantiene que Hayek "tuvo la satisfacción de ver vindicadas muchas de sus ideas". Si Pedro Schwartz quiere decir con ello que semejantes ideas fueron adoptadas por los Gobiernos de Thatcher y Reagan, pues tiene razón. Pero si quiere decir que dichas ideas han resultado exitosas, tal afirmación es equivocada. Ni el Gobierno de Thatcher ni el de Reagan consiguieron reducir el papel del Estado de modo significativo, como aconsejaba Hayek. En realidad, hubo una transferencia de los gastos para servicios públicos a gastos en defensa.Lo que sí trajo consigo el neoliberalismo fue una debilidad de las economías anglosajonas (la profundidad de la recesión actual en el Reino Unido y Estados Unidos es clara evidencia de ello). El pesadísimo énfasis en "la lucha contra la inflación" nos costó millones de puestos de trabajo y un empobrecimiento en los poderes productivos de nuestra industria. Las presiones sociales que resultaron fueron controladas por una extensión de los poderes del Estado (más poder judicial, por ejemplo). El centralismo del poder bajo Thatcher es incuestionable y, para los que realmente creen en la democracia, algo lamentable. Así que, lejos de aumentar la libertad del individuo, las ideas del neoliberalismo quitaron a la mayoría poder económico y político.
A la hora de juzgar la influencia de Hayek, hay que tener en cuenta los resultados de su teoría en la práctica, y éstos han sido desastrosos.-
Universidad de Cambridge.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.