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EXPO SEVILLA 92

La gran plataforma cultural del 92

Sevilla y la Expo acogerán 55.000 espectáculos en seis meses

Con la puesta en funcionamiento de los principales espacios escénicos situados en el recinto de la Exposición Universal -el auditorio, el Palenque, la sala de cine y el teatro Central- comienzan mañana las 55.000 actuaciones programadas por los responsables de la muestra de Sevilla durante los seis meses que permanecerá abierta. Los espectáculos de animación, que podrán contemplar gratuitamente los visitantes de la Expo, predominan sobre el conjunto, mientras que, en los de sala, la música sinfónica y lírica suman el mayor número de actuaciones.La Gallarda, una ópera rescatada escrita por Rafael Alberti, y la versión teatral de Maurizio Scaparro y Rafael Azcona de Don Quijote, con Josep Maria Flotats y Juan Echanove como protagonistas, junto a la gala de inauguración, son las funciones que abren este inmenso festival que pretende, según palabras del comisario de la Expo, Emilio Cassinello, convertir la isla de La Cartuja "en el mayor escenario del inundo". También mañana el lago de La Cartuja se convertirá en el protagonista de la noche con un espectáculo diario en el que se emplean diversas técnicas de proyección. Asimismo con la apertura de la Expo comienzan los desfiles de la cabalgata creada por Joan Font -del grupo teatral Els Comediants- que está basada en las fiestas tradicionales mediterráneas, desde las romerías a los cultos del solsticio de verano, y en la que participan unos 200 artistas y figurantes.

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La programación, aunque abrumadora por su extensión, se puede dividir entre la que se desarrollará dentro del recinto de la Expo y la que ocupará escenarios en la ciudad. El lugar donde se registrarán probablemente más actuaciones dentro de La Cartuja es el Palenque, un espacio concebido para el encuentro popular que albergará, por un lado, todo tipo de espectáculos folclóricos y de animación, más los conciertos de música de baile y el programa dedicado a los "nuevos valores" dirigido por Miguel Bosé, y, por otro, las ceremonias de los días nacionales y de honor de los países, comunidades autónomas y organismos y firmas empresariales presentes en la Expo.

El País Vasco, el martes, será la primera comunidad que inicie el largo rosario de celebraciones. Las actuaciones de orquestas de baile comenzarán el 20 de mayo; ,en el ciclo están incluidas algunas tan conocidas por la de ,Glenn Miller o la de Count Basie. El baile por sevillanas, como no podía ser menos, será una constante en el Palenque.

El auditorio es el segundo escenario en capacidad de La Cartuja -5.500 espectadores- y en él se han programado una serie de actuaciones heterogéneas tales como recitales de conocidas figuras de la lírica, orquestas sinfónicas, artistas de rock y música ligera, danza clásica y contemporánea y actuaciones teatrales, como la versión de Vittorio Gassman de Moby Dick. El auditorio será precisamente el escenario de la gala de apertura y el único recinto que no albergará un estilo o un género artístico determinado, sino que en él se sucederán actuaciones completamente diferentes. La nueva versión de la Antología de la zarzuela, que contará en días sucesivos con el concurso de Plácido Domingo, Montserrat Caballé, Carreras o Alfredo Kraus, entre otros, será uno de los espectáculos que allí se presenten. El flamenco -con un montaje coreográfico de Yerma- o el musical Azabache, en el que participan como solistas Rocío Jurado, Juanita Reina e Imperio Argentina, son buenos ejemplos de la elasticidad artística del auditorio.

En cambio, el teatro Central de la Expo está concebido para las nuevas tendencias escénicas. Las actuaciones comenzarán mañana, lunes, con la ya citada versión de La Gallarda, de Alberti, y continuará con La Fura dels Baus y su montaje Noun. La compañía Rosas, con un espectáculo mixto entre danza y teatro dedicado a Mozart, La Cuadra de Sevilla o la compañía de Jean Claude Gallota, con una versión del mito de Don Juan, serán algunos de los muchos grupos que se irán sucediendo en este teatro de vanguardia. En la programación también está incluido un ciclo de autores de teatro español contemporáneo coordinado por Adolfo Marsillach.

El cine, proyectado sobre una pantalla gigantesca, será otra de las actividades cotidianas de la Expo. Ciclos dedicados al cine andaluz, al de Estados Unidos o al de estreno componen un enorme catálogo de filmes a disposición de los aficionados. En las sesiones especiales se proyectarán el Don Quijote de Grigori Kozíntsev, rodada en 1957, y un Don Giovanni rodado por Joseph Losey en 1979. La Expo, por su parte, producirá la restauración de una película clásica del cine mudo, Currito de la Cruz, dirigida por Alejandro Pérez Lugín y Fernando Delgado en 1925 y rodada en las calles de Sevilla durante la primavera y la Semana Santa.

Pero sin duda será el recinto en sí de La Cartuja la plataforma donde los espectáculos se sucederán indiscriminadamente por lugares abiertos. Músicos callejeros, desfiles, folclor a cargo de grupos del Caribe, África, Asia y Latinoamericano y teatro de animación componen un gran panorama de actuaciones que pretenden mantener la actividad durante las 18 horas diarias que permanecerá abierta la Expo. En este apartado está incluida la citada cabalgata, el teatro infantil y el espectáculo del lago. Tam-

La gran plataforma cultural de la Expo 92

bién destacan los 50 conciertos previstos en el más movido de los escenarios de la Expo, la plaza Sony, donde se alternarán figuras españolas del pop-rock con cantautores. En ella tienen cabida 10.000 espectadores -el mayor aforo de la Expo- y las actuaciones se podrán seguir también mediante una gigantesca pantalla de televisión de 193 metros cuadrados.Sensacional recorrido

El segundo gran bloque de actividades es aquel que se desarrollará en escenarios fuera del recinto de la exposición. El principal es el teatro de la Maestranza, donde se han previsto las programaciones líricas y sinfónicas, que tiene una capacidad para 1.774 espectadores. Muchas de las actuaciones son producto de la colaboración cultural de los distintos pabellones internacionales. La Orquesta del Teatro del Liceo, con una versión de Carmen, de Bizet, dirigida por Plácido Domingo, y con Teresa Berganza, José Carreras y Justino Díaz como solistas, comenzará el próximo viernes un sensacional recorrido por la música clásica en el que participarán las mejores orquestas y directores contemporáneos. La Metropolitan Opera House de Nueva York, dirigida por James Levine, interpretará, con Plácido Domingo y Aprille Millo, Un ballo in maschera, de Verdi. Otras orquestas imprescindibles para los aficionados son la del Teatro de la Scala de Milán, dirigida por Ricardo Muti; la Filarmónica de Berlín, con Daniel Barenboim; la de Israel, con Zubin Mehta; la Filarmónica de Múnich, con Sergiu Celibidache; la Filarmónica de Viena, con Claudio Abbado, o la Gewandhaus de Leipzig, dirigida por Kurt Masur, entre muchas otras.

En el teatro Lope de Vega, construido en 1929 durante la exposición iberoamericana, se desarrollarán los montajes clásicos, entre los que destacan La gran sultana, de Miguel de Cervantes, a cargo de la compañía de teatro clásico que dirige Marsillach. Valle-Inclán, con las Comedias bárbaras, Calderón, el propio Lope de Vega, Beaumarchais o Carlo Goldoni serán algunos de los autores que se representen allí. El último gran escenario fuera de la Expo son las ruinas de Itálica, donde entre los meses de junio, julio y agosto se celebrará el festival de danza, que comenzará con un homenaje a María de Ávila patrocinado por el pabellón de la Comunidad de Aragón, y en el que irán actuando compañías tan renombradas como la de Martha Graham, Les Grands Ballets Canadiens, el Balletmet-Ohio o el Nacional de Chile.

"En Europa hablamos con frecuencia de un mercado único, y algunas veces también de una moneda única. Nadie ha propuesto todavía una lengua única, pero se me ocurre que quizá tengamos ya una: el lenguaje común de la cultura y el espectáculo". Son las palabras pronunciadas por el comisario de la Expo, Emilio Cassinello, con ocasión de la presentación del programa de espectáculos de la Expo, y probablemente sean las que mejor resumen el objetivo de Sevilla, ser seguramente la mayor plataforma cultural de 1992.

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