Una apuesta contundente en danza
Las exposiciones universales descubrieron en los espectáculos de baile un buen elemento de reclamo. Tan es así que, en Sevilla, como en ninguna otra manifestación anterior, se ha multiplicado la oferta, una tendencia que comenzó en Montreal en 1967.Muchos países han optado por la danza como embajada artística, y en los distintos espacios podrá encontrarse un variado abanico que puede ser un fresco de las tendencias y calidades internacionales de hoy. Algunas grandes agrupaciones que se presumía eran de obligada visita no vendrán a Sevilla (American Ballet Theatre, Ballet del Gran Teatro Bolshoi de Moscú y el Real Ballet Danés, entre otros), y así aparecen por sorpresa sucedáneos más o menos felices. El gran ausente es sin duda el Ballet Nacional de España, a pesar de aparecer notablemente jerarquizado en el centro del collage de la publicidad gráfica y en el spot publicitario de la Expo 92 en televisión.
En el sector dancístico también ha sorprendido negativamente que dentro de la riquísima programación del teatro de la Maestranza no exista un sólo espectáculo de danza, donde, sin embargo, abundan óperas, recitales de estrellas del canto y orquestas de renombre mundial, lo que parece ser una discriminación que desplaza al ballet hacia espacios abiertos, en detrimento de la calidad y el rigor de cierto tipo de producciones.
La primera pieza de interés no será vista en vivo, sino a través de una grabación en vídeo. Se trata de la creación del norteamericano David Parsons para y con la zaragozana Arantxa Argüelles, que bailarán a dúo desde Sevilla dentro de la retransmisión televisiva inaugural de mañana.
Nivel indiscutible
El nivel de la programación de danza es indiscutible, pero montajes como Giselle, del Ballet de la ópera de París, sin duda merecían el escenario y arropamiento de un gran teatro como la Maestranza. Esta pieza abrirá la danza en el auditorio de la Cartuja (27 y 28 de de abril) con su actual director artístico en escena, Patrick Dupond. La versión casi libre de este ballet romántico viene a España precedida de la polémica que ha levantado en Francia al ser trasladada la escena a los campos bretones con dólmenes incluidos. Dupond estará acompañado en Sevilla por la bailarina estrella Elizabeth Platel, una de las primeras figuras del coliseo parisiense.
Como grandes agrupaciones de danza académica, podrán verse en el Anfiteatro Romano de Itálica al English National Ballet con creaciones del siglo XX, entre las que destacan piezas del norteamericano Paul Taylor y del británico Christopher Bruce (20 y 2 de julio), y Les Grands Ballets Canadiens (30 de junio y 1 y 2 de julio), que ofrecerán la versión original de El sombrero de tres picos, de Leónidas Massine, según reconstrucción de su hijo Lorca Massine.
En el Palenque, un botón de muestra: el ballet escolar de la Academia del Real Ballet Danés (25 de septiembre), uno de los centros didácticos de mayor prestigio y antigüedad del entorno cultural europeo, con un programa de fragmentos del difícil y característico estilo de Augusto Bournonville.
Otra importante cita con el ballet moderno es el Nederlands Dance Theater de Holanda (auditorio de la Cartuja, 7 de mayo), compañía emblemática de la escuela de ballet moderno de los Países Bajos, que trae, entre otras piezas, Symphony of salms, del checo Jiri Kylian, actual director artístico del conjunto, y Raptus, una reciente y exitosa creación del valenciano Nacho Duato, que también estará con su compañía, el Ballet Lírico Nacional, en Itálica (14, 15 y 16 de agosto), donde mostrará Mediterránea, un encargo de la Comunidad Valenciana sobre música de Jerónimo Maesso.
El Ballet de Francfort aportará Impressing the czar (Teatro Central, 25, 26 y 27 de junio), una pieza clave de su coreógrafo titular, el norteamericano William Forsythe, verdadera obra angular del decontructivismo balletístico y apuntado como el puente estético del ballet hacia el siglo XXI.
En el apartado de la danza contemporánea la apuesta es contundente, con agrupaciones históricas como Martha Graham Dance Company, que llevan a Itálica la pieza inconclusa que la gran fundadora de la danza moderna norteamericana bocetaba al morir, el año pasado: The eyes of the godness (Los ojos de la diosa (26 y 27 de junio), y novedades como los londinenses DV8-Physical Theatre (20, 21 y 22 de mayo), que estará en el Teatro Central junto a dos de los más estables grupos contemporáneos españoles, Danat de Barcelona y Ananda de Valencia, que estrenarán sendas producciones, los primeros basada en la leyenda de Kaspar Hauser (11 y 12 de mayo) y los segundos en la mitología maldita de la familia Borgia (2 y 3 de julio).
Babelia
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