Pujol pide una lectura generosa de la Constitución al tomar posesión como presidente de la Generalitat

El líder indiscutible de la coalición Convergéncia i Unió (CiU), Jordi Pujol, inició ayer su cuarto mandato consecutivo como presidente de la Generalitat de Cataluña con reiteradas llamadas al Gobierno para que acepte el diálogo que los nacionalistas le ofrecen. A cambio, tan sólo pidió "una lectura generosa" de los textos constitucionales. La moderación, la cooperación con el resto de comunidades autónomas y las reivindicaciones de mayores cotas de autonomía marcaron un discurso de toma de posesión M cargo que no despertará recelos en el Gobierno central.

El ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, presente en el acto, aceptó el diálogo propuesto por Pujol al tiempo que insistió en la necesidad de mantener los tres niveles actuales de administración -central, autonómica y local- Con ello, el ministro mostró su rechazo a la idea de refundar el Estado formulada por Pujol y reformulada el lunes por el presidente de la Xurita de Galicia, Manuel Fraga, que pidió la administración única para Galicia, Catalufia y el País Vasco.Pujol hizo un balance positivo de la evolución de las relaciones entre el Gobierno central y el autonómico en lo que afecta a los hechos, al talante y a la confianza. Como consecuencia de ello, "Cataluña puede exponer con más libertad de espíritu que nunca sus objetivos nacionales", señaló el presidente de la Generalitat. Pujol insistió en que Cataluña supone un hecho netamente diferencial en el conjunto de España y que es dentro de este marco donde Cataluña quiere conseguir su pleno reconocimiento y una garantía total de su existencia y su proyección.

Compatibilidad

Respecto a las propuestas de refundación del Estado y de aplicación de la administraciónúnica, Pujol expresó su convicción en que ambas iniciativas eran compatibles con los estatutos de autonomía y con la Constitución, "si hay voluntad política y confianza y se hace una lectura generosa de la Constitución y de los estatutos". Pujol pidió que las dos propuestas se examinen con criterios políticos y administrativos, pero teniendo en cuenta la realidad profunda y permanente de la personalidad colectiva de Cataluña.En opinión de Pujol la evolución del mundo, y especialmente la de Europa, puede ayudar a hacer más fácil el diálogo, ya que las ideas sobre los Estados, dominantes desde hace décadas, están cambiando imponiéndose la identidad nacional como un factor de libertad, creatividad y dinamismo. El presidente catalán se mostró convencido de que esta nueva situación en Europa puede hacer más fácil el diálogo y servir para concienciar a sectores reacios a asumir la necesidad de cambios políticos.

"La llave de nuestro futuro la tenemos nostros. La tiene toda España y la tenemos los catalanes. Lo que contará más que ninguna otra cosa es nuestra capacidad de diálogo, de mutua comprensión y de mutua confianza", agregó.

Unas mil personas, entre los que se encontraban representados todos los estamentos, asistieron a la toma de posesión. Sin embargo, nunca las ausencias fueron tan notables.

El primer secretario del

PSC, Raimon Obiols, no estuvo presente, como tampoco el secretario general de Esquerra Republicana, Ángel Colom, ni el presidente del Partido Popular de Cataluña, Aleix Vidal Quadras.