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La Expo resta valor al 'Quijote' de Welles que posee el italiano Bonnani

La película se estrenará en Sevilla en tres versiones

Lourdes Lucio

La productora El Silencio y la Expo, 92 achacaron ayer a intereses económicos del montador italiano Mauro Bonnani el que no haya cedido los 20.000 metros de negativos rodados por Orson Welles para su película Don Quijote, al tiempo que minimizaron el interés de ese material. La película, que será estrenada en La Cartuja el próximo 20 de abril, tiene una duración de 116 minutos y se ofrecerá en tres versiones.

La cinta ha sido doblada al español y al inglés y existe otra versión en la que se respeta las voces que el propio WeIles puso a Don Quijote, interpretado por Francisco Reiguera, y Sancho Panza (Akim Tamiroff).El productor Patxi Irigoyen restó importancia al material que posee Bonnani, al cual no pudieron acceder ni él ni el montador español Jesús Franco, director de la segunda unidad en Campanadas a medianoche. "WeIles no dejaba nunca a nadie que se acercara a su mesa de montaje, así que supongo que Bonnani, que en 1969 tenía 19 años, sería uno de los montadores que recogía del suelo los negativos que Orson tiraba", dijo Franco. Y añadió: "Ese amor de Bonnani por WeIles se hubiera silenciado con dinero. Y, además, ¿qué es lo que tiene si siempre se ha negado a enseñar un solo metro?".

Denuncia legal

Irigoyen aseguró que El Silencio adquiró los derechos de la película a Oja Kodar, la viuda del cineasta, por lo que amenazó con interponer una denuncia legal si Bonnani cumplía su amenaza de proyectar su material. El montador italiano convocó ayer a la prensa: para exhibir en Roma un metraje de una hora de duración con los negativos que posee, según informó Efe. Bonani aseguró que la Filmoteca Española estaba actuando como mediadora para llegar a un acuerdo con la productora española.Franco reconoció que Bonnani poseía una secuencia que no estará en el filme de la Expo. Se trata del momento en que Don Quijote lucha contra una pantalla de cine en la que se proyectan unos molinos de viento. Welles eligió este recurso al no poder rodar la escena en España, ya que el actor Francisco Reiguera no podía entrar en el país por su condición de exiliado republicano. Fue después, con Manuel Fraga al frente del Ministerio de Información y Turismo, cuando se le permitió actuar en España y Welles rodó la escena en La Mancha.

Pese a que Irigoyen negó que se hubiera hecho una oferta económica a Bonnani para adquirir el material que obra en su poder, fuentes de la Expo indicaron que se le intentó comprar por 100 millones de pesetas. Irigoyen no quiso desvelar el costo de la compra de los derechos de la película mientras que el representante de las Actividades Culturales de la Sociedad Estatal, Alfonso Riera, indicó que la Expo había abonado 15 millones. Riera invitó a Bonnani a que mostrara "su material complementario" en la Expo.

Franco aseguró que no existe ningún guión de la película, que fue rodada en 16 milímetros entre 1955 y 1969 por Welles en diversos países, por lo que calificó de "obra de arqueología" el montaje de la cinta.

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