El PP rechaza el plan de convergencia del Gobierno y califica de "provocación inútil" el recorte del paro

El Partido Popular no apoyará el documento sobre el plan de convergencia con la Comunidad Europea que hoy presentará el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, ante la comisión mixta Congreso-Senado. Sin embargo, según afirmó ayer el portavoz del grupo mayoritario de la oposición, Rodrigo Rato, el PP puede reconsiderar este rechazo frontal en el caso de que el Gobierno acepte varias de sus propuestas. El PP criticó también el recorte del seguro de paro al calificarlo de "provocación inútil", aunque no apoyará las movilizaciones previstas por los sindicatos.

Crítica frontal y cauces de diálogo son las alternativas que propone el PP ante el plan de convergencia con la CE elaborado por el Gobierno. Según Rodrigo Rato el documento de 47 páginas que hoy se debatirá en las Cortes "tiene de convergencia únicamente las tapas". Por ello, "no lo vamos a apoyar tal como está", aunque "no quiero creer que el Gobierno se niegue a aceptar algo".Rato dio así un no condicionado a la alternativa del Gobierno para situar a España en condiciones de acceder a la tercera y última fase de la Unión Económica y Monetaria a partir del año 1997, lo que conllevará la adopción de una moneda única. Según Rato, el contenido del documento expresa el camino contrario, es decir, "el de la divergencia".

Por su parte, el coordinador de Política Económica del PP, Luis Gámir, calificó esta propuesta de "cuento de hadas" ya que el Gobierno "ha perdido la credibilidad porque ha incumplido sistemáticamente sus objetivos". El soporte de este plan, es decir, el cuadro macroeconómico, "adolece de fuertes incongruencias". Según Gámir, "el papel lo aguanta todo", pero no se entiende, que la inversión pueda crecer un 3,2% este año "cuando los indicadores hasta la fecha son negativos". Lo mismo ocurre, en su opinión, con la creación prevista de un millón de puestos de trabajo entre este año y 1996 "cuando en la actualidad se está destruyendo, empleo".

La alternativa del PP pasaría por "un control riguroso del gasto público que disminuya de verdad el déficit público y el despilfarro". Para ello propone "realizar una política de privatizaciones".

La primera concreción de este plan, es decir, el recorte del desempleo, fue calificado por la diputada del PP, Celia Villalobos, de "provocación inútil a la sociedad española". Sin embargo, el PP no apoyará, al contrario de lo manifestado anteayer por IU, la posibilidad de una huelga general. "Intentaremos canalizar ese descontento a través del Parlamento", dijo Rato.

Por su parte, el CDS criticó ayer el "secretismo" con que se han realizado estas medidas. Según su nuevo secretario general, José Luis Gómez Calcerrada, "se trata de una muestra más del deslizamiento socialista hacia el autoritarismo".