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"18 millones para nuestro compañero Miguel"

Trabajadores del Ayuntamiento de Madrid costean la operación de un policía de EE UU

Ana Alfageme

"Sé que estoy aquí gracias a mis compañeros. No sabes lo que se lo agradezco". El policía municipal madrileño Miguel López, de 37 años, habla despacio, con cansancio, desde Houston (Tejas, EE UU), pero sus palabras rezuman gratitud. Se enfrentará dentro de tres días a la segunda fase de un tratamiento experimental, internado en una clínica de aquella ciudad, para combatir el cáncer que padece.Su médico, Raymond Alexania, le ha dicho que sólo ha visto siete casos como. el suyo en toda su vida y no le ha garantizado que el trasplante de su propia médula ósea y la quimioterapia baste para vencer su mieloma múltiple. Pero la oportunidad se la han brindado sus compañeros, los 4.000 policías municipales de Madrid, que se han rascado los bolsillos a razón de unas 5.000 pesetas cada uno para reunir unos 15 millones. También el Ayuntamiento se rascó los suyos. Dos millones más. El resto, hasta 20 millones, salió de otros trabajadores del Ayuntamiento de Madrid, sindicatos y hasta de las asociaciones de padres de los colegios de sus hijos.

Fueron sus compañeros del turno de noche de la Unidad de Seguridad 3 de la Policía Municipal los que se movilizaron en Navidades, cuando Miguel se decidió a probar suerte en Houston. La enfermedad había machacado, hace dos años, su rutina de policía y estudiante de Derecho. "Aunque en España me dijeron que tenía las mismas posibilidades, a mi médico le llaman el padre del mieloma", comenta Miguel. El oficial de su unidad habló con el director de la policía y éste mandó una carta a todas las unidades con un número de cuenta bancaria. "La gente se volcó por un compañero más, fue un caso de solidaridad", comenta su jefe. También se movilizaron UGT y CC 00, y hablaron con el Ayuntamiento.

Entretanto, Miguel y su mujer, Mar¡ Jose, cambiaron su casa de Vallecas Villa por un apartamento en la llamada Ciudad del Cáncer, en la zona médica de Houston. Fue en enero. El matrimonio no sabía aún si iba a poder pagar la operación. Hace unos días, el dinero estaba en EE UU, y con él la llave del tratamiento. "De momento, ha respondido bien", comenta su médico.

Estos dos meses no han sido fáciles: "Problemas de idioma y la angustia de saber que si no has pagado ni siquiera te informan", relata el policía. Mientras, en Madrid, su hermana, Mar¡ Carmen, cuida de los niños y sigue buscando dinero para las revisiones médicas [cuenta 6036915. Agencia 1879 de Caja Madrid].

Al otro lado del océano, Miguel juega a las cartas con otros enfermos españoles, recibe visitas de policías americanos y pelea contra el miedo, la flojera que le dan los fármacos y su dolor de espalda. Añora el cariño de sus médicos del hospital Gregorio Marañón y echa de menos a Laura, su hija de 11 años, y a Miguel, el pequeño, que con cinco ' años dice ya que será policía.

El padre lleva 14 años en el cuerpo y quiere volver a patrullar. "Me encanta. En la calle ocurren muchas cosas". Ahora, Miguel ve la vida de otro modo. Aunque llueva en Houston, él siempre piensa: "¡Qué día tan bonito hace!".

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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