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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Castilla y León

No quiero olvidar mi admiración literaria por José María Merino, que el pasado 24 de marzo publicó una breve reseña titulada Mineros de la España profunda para arremeter injustamente contra quienes, lejos de ser culpables del escaso desarrollo económico de unas tierras, las leonesas, no son sino viajeros forzados hacia la misma nada. Como Merino sabe que no puede obviar, fue un paisano suyo, Martín Villa, el principal valedor del híbrido castellano-leonés. Como Merino sabe, Castilla nunca pretendió una autonomía conjunta, en la que su personalidad se diluía frente a la identidad distinta de otra región, León, y con ella sus fuerzas. Como Merino debería saber, las únicas opciones serias por romper el gran conglomerado de la cuenca del Duero se realizaron desde Castilla (caso segoviano). Y ni los castellanos nos inventamos un decreto ley que los partidos españoles nos impusieron, ni pudimos oír gritos desde su esquina condenando el gran engaño al que se nos sometía.Que las reivindicaciones de los mineros de Laciana son justas y que es hora de que empecemos a vocear con más gritos y menos nueces los derechos de los trabajadores y las gentes de la España profunda es algo claro. Pretender, por contra, que el inexistente desarrollo de Castilla se está realizando a costa del de León me parece, si cabe, ir de viajero perdido. Y además una falta de rigor económico absoluta. Déle usted, señor Merino, a Valladolid sus cifras y no mezcle en sus quimeras a los castellanos. Bastante tenemos ya-

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