Arzalluz: "Los de Madrid acabarán sublevándonos"
El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, aseguró ayer en Legazpia (Guipúzcoa): "Los de Madrid terminarán sublevándonos a todos, porque nos mezclan indiscriminadamente con la violencia de una minoría". Arzalluz realizó una apasionada defensa del obispo de San Sebastián, José María Setién, a quien la Guardia Civil supone enterado del cobijo que ofreció el pasado 29 de febrero el arcipreste de Irún, José Ramón Treviño, a dos etarras a quienes se les imputa el triple asesinato de Santander. "Tenemos un obispo, Setién, al que todos los días apalean desde Madrid, que tiene más altura moral, pastoral e intelectual que cualquier otro obispo", fueron sus palabras.
Durante un acto político de inauguración de una nueva sede del PNV en Legazpia, Arzalluz, tras lanzar duras críticas a HB y a ETA, se refirió a "los de Madrid", sobre quienes dijo: "Cuando cogen a un arcipreste más o menos incauto, monseñor Setién dice algo o el PNV anuncia que va a dialogar con HB, satanizan todo y linchan a cualquiera que, pese a estar contra la violencia, no pase por sus puntos de vista". "Van por mal camino", añadió, "pues terminarán sublevándonos a todos, porque, al final, nos mezclan indiscriminada e injustamente con una violencia que es una mínima minoría y contra la que hemos estado siempre. Ya está bien".El dirigente del PNV afirmó que su partido "no está dispuesto a cerrar la boca ni a atarse las manos", y advirtió a los responsables de la Administración central que su formación "conoce a HB y a ETA mejor que ellos, tiene sus propios criterios y andará con éstos por mucho que nos linchen y satanicen".
Los feligreses guipuzcoanos pudieron ayer conocer en las iglesias la opinión del obispado de San Sebastián sobre la situación creada a raíz de la detención del arcipreste José Ramón Treviño por su presunta relación con ETA. Fotocopias de la nota escrita por el obispado, según la cual Treviño actuó bajo criterios de "caridad cristiana", se encontaban ayer en las iglesias. Los oficiantes de las misas pusieron en conocimiento de los parroquianos la existencia del texto diocesal: "El obispado ha hecho una nota sobre lo sucedido con el arcipreste de Irún; si queréis informaros la recogéis a la salida", dijeron los sacerdotes. El texto no fue leído en las celebraciones eucarísticas.
En una información que publicaba ayer El Correo Español, se asegura que, tras una reunión celebrada el pasado sábado, en la que participaron 17 sacerdotes de la margen izquierda vizcaína, los asistentes coincidieron de forma unánime: "Todos hubiéramos recogido a los etarras, pero también a un guardia civil huido".
El presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, también salió ayer en defensa de Setién, de quien dijo que ha mantenido "una trayectoria clara y equilibrada" y añadió: "Su postura ha sido clara y rotunda, como para que nadie se pudiera permitir esa especie de linchamiento que le han querido hacer desde sectores centralistas".
Más distanciada fue la opinión del dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, quien declaró ayer: "Si la protección otorgada por el clérigo fue con conocimiento pleno de causa de que se trataba de delincuentes que acababan de cometer un delito de terrorismo, en principio sería delito". Sin embargo, matizó: "Al arcipreste le ampara la presunción de inocencia".
La Conferencia no juzga
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Ángel Suquía, dijo ayer en Madrid, nada más llegar al aeropuerto de Barajas procedente de Roma, que carecía de datos sobre lo sucedido para poder emitir una opinión. "No es asunto que competa a la Conferencia Episcopal", añadió. "Una conferencia nunca juzga a un obispo", explicó.Suquía participó el pasado sábado en la capital italiana en los actos de celebracion del primer centenario del Colegio Español en la capital italiana. Según informa Peru Egurbide, Ramón Echarren, arzobispo de Canarias, que acompañó a Suquía, comentó que ni siquiera lee los periódicos por el disgusto que le produce el asunto y que espera a que se calmen los animos.
El propio Setién declaró ayer a Radio Popular, al término de una misa oficiada en Azkoitia (Guipúzcoa) -la localidad natal de Arzalluz- que la detención del arcipreste Treviño le causó "una gran sorpresa". El obispo dijo: "Viendo como han ido las cosas, creo que lo que se tenía que decir se ha dicho. Sobre el futuro, veremos como van las cosas y quizás se dirá algo, pero por el momento no tengo intención de decir nada más".
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