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Bosnia-Herzegovina pide la intervencion de la ONU para impedir la guerra civil

Bosnia-Herzegovina pidió ayer a las Naciones Unidas el envío de observadores militares para impedir la guerra civil. "La situación en la república se está deteriorando peligrosamente", afirma Ejup Ganic, miembro de la presidencia colectiva de Bosnia, en una carta enviada al secretario general de la organización, Butros Gali. En el escrito pide que la ONU adopte las medidas adecuadas a través del Consejo de Seguridad.

Los 14.000 cascos azules de la ONU enviados a Yugoslavia tienen su cuartel general en Sarajevo, capital de Bosnia-Herzegovina, pero no operan militarmente en esa república. Están siendo desplegados en la vecina Croacia para impedir los combates entre croatas y serbios.En esta situación, Bosnia titubea entre la guerra y la paz. Noche tras noche, los combates con artillería se ceban en Bosanski Brod, aldea en la ribera del río Sava, en los confines con Croacia. Según fuentes croatas, un avión del Ejército yugoslavo atacó ayer por la tarde una factoría de la ciudad, mientras se registraban nuevos duelos de artillería. Más de 7.000 refugiados atravesaron el puente sobre el Sava buscando seguridad en Slavonski Brod (Croacia).

El Ejército federal niega cualquier implicación en el conflicto, donde se han enfrentado las formaciones paramilitares serbias, por una parte, y las croatas y las musulmanas, por otra. Sin embargo, ambas partes poseen armas modernas, proporcionadas por Zagreb y Belgrado directa o indirectamente.

La presidencia bosnia exigió la retirada de las fuerzas paramilitares y del Ejército federal de Bosanski. Pero Milutin Kukangac, comandante de la II Región Militar, fue categórico: "El Ejército no se retira".

A 20 kilómetros al suroeste, en Dereventa, las formaciones paramilitares croatas reclaman la retirada del cuartel del Ejército federal. Bloquearon todos los accesos a la ciudad con barricadas. Una persona fue acribillada al intentar atravesarlas.

Al otro extremo de Bosnia, en Neum, única salida al mar Adriático de la república, las fuerzas croatas, dirigidas por el comandante de la defensa de Vukovar, Mile Dedakovic, intercambian disparos de granadas con el Ejército federal, luchando por el control de los puntos estratégicos de entrada a Herzegovina.

Los combates con artillería o armas de infantería se producen en las zonas donde parte de la población cuestiona su ubicación en el mapa étnico elaborado por el diplomático portugués José Cotilheiro durante la reunión con los partidos nacionalistas bosnios (serbio, musulmán y croata) celebrada la semana pasada en Sarajevo.

Frente a la presión serbia y croata -Belgrado y Zagreb aspiran a dividir Bosnia y anexionar los territorios donde son mayoritarías sus respectivas etnias-, José Cotilheiro accedió a un arreglo político que respeta la integridad territorial de la república y su soberanía, a la vez que prevé divisiones étnicas. Sin embargo, en menos de una semana los tres partidos desistieron del acuerdo.

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