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Todos quieren a la ballena 'espía'

Tres países se disputan el destino de un cetáceo escapado de un laboratorio de Ucrania

Enric González

Tres países, el Reino Unido, Ucrania y Turquía, se disputan a Claridad. Así se llama una ballena que escapó de un laboratorio ucranio en el mar Negro y se ha asentado en el puerto turco de Gerze, donde es alimentada por los pescadores locales. Los científicos ucranios -a quienes los británicos relacionan con siniestras investigaciones armamentistas- pretenden recuperarla, pero los pescadores turcos quieren quedarse con ella. Varias asociaciones conservacionistas británicas han abierto un tercer frente, exigiendo que Claridad sea para el mar abierto y sus congéneres. Todos se encontrarán en Gerze este fin de semana.Claridad es una ballena beluga macho de unos 500 kilos que escapó hace un mes del laboratorio marino donde, supuestamente, era sometida a experimentos desconocidos. Cuando una tormenta rompió las redes que la encerraban, huyó a la otra orilla del mar Negro. Acostumbrada al trato con seres humanos, no le costó integrarse en la vida del puerto pesquero.

Los responsables del laboratorio la localizaron y exigieron su devolución como propiedad del Gobierno de Ucrania. El de Turquía no ha querido comprometerse, pero sí lo ha hecho la cooperativa de pescadores de Gerze, que el martes emitió este comunicado: "La ballena ha utilizado su libertad de elección y ha decidido venir a Gerze. No sería correcto devolver a nuestro invitado. Estamos decididos a cuidar de ella todo el tiempo que haga falta. No la daremos a los rusos [por los ucranios], ni a los británicos, ni a nadie".

Los británicos acababan de aparecer en escena. Varios grupos conservacionistas, entre los que figuran personalidades como el músico Paul McCartney o el director general de Agricultura, David McLean, han pedido esta semana que Claridad sea puesta en libertad en el mar de Siberia, cuyas aguas son más frescas y están menos contaminadas que el mar Negro. Rápidamente se organizó una campaña encabezada por la sociedad Animaline y empezó a recogerse dinero para costear el viaje a a Siberia, a más de 3.000 kilómetros de Gerze. Carla Lane, de Animaline, declaró que la campaña "es un éxito" y que el dinero fluye a raudales. Animaline ya ha enviado 2.500 libras (unas 450.000 pesetas) a Turquía para que a Claridad no le falte pescado.

Ahora, según Lane, hay que reunir 200.000 libras (36 millones de pesetas) para su traslado y para que un grupo científico británico pueda estar el sábado en Gerze y evite que los ucranios (que llegan también el sábado) no se lleven al animal. "Si vuelve al laboratorio, no sabemos qué harán con la pobre", afirma Lane, convencida de que Claridad es adiestrada para colocar minas en barcos enemigos, lo cosas peores". Nadie sabe con seguridad que experimentos se desarrollan en ese laboratorio.

Los británicos quieren que abogados londinenses convenzan al Gobierno turco de que la ballena no tiene por qué ser de vuelta a Ucrania, para convencer luego a los pescadores de que el animal estará mejor en el océano. "La contaminación y las altas temperaturas acabarán matándola", dice Lane. Pero los pescadores han anunciado que cerrarán el puerto con sus barcos para impedir que nadie se lleve a Claridad.

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