Tenso combate en defensa de los liderazgos

Felipe González dejó caer sus dudas sobre la capacidad de liderazgo de José María Aznar, a lo que el dirigente del Partido Popular replicó con idéntica moneda respecto al jefe del Ejecutivo. El primer golpe lo asestó Felipe González, al calificar la intervención de Aznar como "un retrato en negativo de la realidad española". El presidente del Gobierno dijo a Aznar en tono coloquial que se dejaba "aconsejar mal" y que parecía que "alguien le ha dicho que ésa era su oportunidad para dar el gran golpe". González remató a continuación su ataque dialéctico: "Usted a lo mejor lo que cree es que ésta puede ser una de las últimas oportunidades que se le ofrecen".González, como ya hiciera en las elecciones municipales y autonómicas del pasado mes de mayo, ponía de este modo en duda la continuidad de Aznar como líder del Partido Popular.

En su réplica, Aznar cogió el guante y dio a entender que las palabras de González le resultaban confusas, ya que no sabía si el presidente estaba hablando de sí mismo, toda vez que "había oído últimamente algo sobre eso". El líder del PP hacía referencia a los últimos comentarios respecto a la continuidad o no de González en la política española.

Después le habló de sí mismo: "En este momento no conozco absolutamente qué puede deparar el futuro, pero, en lo que puedo saber, tengo que decirle que de salud, bien, y de apoyo político, también". Estas palabras fueron rubricadas con un aplauso cerrado de su grupo y risas en los bancos socialistas.

Réplica veloz

En su contrarréplica, González se alegró tanto de la salud física de Aznar como de su salud política, "no tanto por lo que le pueda convenir a su grupo, sino al mío", terminó el presidente entre risas. Felipe González pronto dio a entender que no iba a destinar una especial atención a José María Aznar, ya que le dedicó muy poco tiempo en su réplica, que igualó prácticamente a las respuestas que dio a los representantes del Grupo Mixto.Así, apenas respondió políticamente a las aseveraciones previas de Aznar, sino que reafirmó que, al menos, los socialistas tenían un proyecto, aunque fuera muy criticado, pero que otros, respecto a proyectos, están todavía en situación de nonatos.

Aznar respondió blandiendo desde la tribuna un grueso texto que correspondía al programa del PP de las últimas elecciones legislativas. En este intercambio de reproches, González recriminó a Aznar que hubiera hecho acusaciones de carácter general sin entrar en "casos concretos" y apoyó su crítica enumerando un largo rosario de actuaciones gubernamentales.

En este punto metió en la crítica al representante de Izquierda Unida, Julio Anguita, al reprocharle que hubiera utilizado la misma técnica que José María Aznar. A ambos les dedicó el mismo reproche: "El problema de algunos es no llegar siquiera a tener un proyecto".