_
_
_
_

Una gestora pide dinero con el reclamo de un programa de viviendas inexistente

Juan Antonio Carbajo

"Plan 22.000, para vivir en Madrid". La empresa San José Fincas, SA, utiliza esta leyenda, aderezada con un oso y un madroño, para atraer cooperativistas, a los que se pide 15.000 pesetas a fondo perdido por la inscripción. "Todo un fraude, porque el Plan 22.000 no existe", denunció ayer el PSOE. "El que defrauda es el Ayuntamiento, que aprueba planes que luego no lleva a cabo", replica la empresa. Efectivamente, el Partido Popular archivó este proyecto para confeccionar un nuevo programa de vivienda protegida. Mientras, el Plan 18.000 sigue a marcha lenta.

Pedro San José, propietario de la gestora San José Fincas, SA, afirma que tiene sobre su mesa un documento municipal con las parcelas que el Ayuntamiento reservó para el Plan 22.000, aprobado en pleno en 1989. Esta relación de suelos se realizó durante el mandato de la coalición CDS-PP y fue totalmente desechada por el equipo de gobierno popular cuando asumió el poder en solitario. Sin embargo, nunca se anuló aquel acuerdo del pleno."Recibí el parcelario en mayo de 1991 e hicimos los folletos para atraer a las personas interesadas en el Plan 22.000", comenta San José. "Es la misma campaña, aunque en pobre, que está haciendo PSV [cooperativa de UGT] con los 460.000 pisos a los que llega la financiación del Estado", explicó. En la publicidad de San José, que se repartió en el metro, se indica que se deberán ingresar 15.000 pesetas en una cuenta "para soportar los gastos de gestión y tramitación".

Al grupo municipal socialista esta publicidad le parece fraudulenta. "Están recaudando dinero utilizando como reclamo un plan de viviendas que no existe", explicó José María de la Riva, portavoz de urbanismo del PSOE. San José replica que el folleto en cuestión es antiguo y que el verdadero fraude es el del Ayuntamiento, "que no ha cumplido lo que anunciaron a bombo y platillo". Según el gestor, todas las solicitudes que reciben se encauzan hacia promociones propias u otros planes de vivienda del Ayuntamiento.

Camino espinoso

Mientras, el Plan 18.000 sigue su espinoso camino. Aún están abiertos dos contenciosos: qué cooperativas han incumplido las condiciones del concurso y qué va a ocurrir con las parcelas donde no se puede construir porque se incumple el planeamiento o están ocupadas o, simplemente, no son propiedad municipal.

La Gerencia Municipal de Urbanismo está buscando suelos alternativos para sustituir estas 26 parcelas imposibles. En el próximo pleno se hará la primera permuta. Las 72 viviendas que le correspondieron a la cooperativa Los Vecinos, en San Francisco de Paula (San Blas), donde se levanta un cantón de limpiezas, se construirán finalmente en el recinto del antiguo canódromo de San Blas.

La otra interrogante, qué cooperativas han cumplido los pliegos, la despejará un informe del secretario general del Ayuntamiento. Este dictamen debe dilucidar si las promotoras han cubierto las bajas producidas a lo largo del proceso (iniciado en 1989) de acuerdo a las condiciones del concurso. El plan ha sufrido 5.300 bajas, que las cooperativas han suplido en este tiempo con su propia lista de espera.,

El equipo de gobierno duda de que este procedimiento se adecue al pliego de condiciones, mientras que el PSOE considera que cumple con la Ley de Cooperativas, "y no se puede exigir más que lo que establece la ley", comenta De la Riva. El concejal de Vivienda, Enrique Villoria, asegura que se aplicará "la máxima flexibilidad" en este caso, "lo que significa que sólo se excluirá a una docena de cooperativas".

El gobierno del PP quiere pactar con el PSOE un plan de salvación del Plan 18.000, que originariamente se iba a acometer entre 1989 y 1991. Ambos partidos quieren sacar adelante el proyecto, aunque ninguno pone en duda la capacidad de las cooperativas para asumir este programa de viviendas.

Sin embargo, no faltan los ataques entre ambos grupos. El PP asegura que recibió una herencia pésimamente planificada, y el PSOE, autor del proyecto, declara que durante su mandato se gestionó un primer paquete de suelos y que desde entonces "no se ha avanzado nada".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_