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La primera circunvalación

Tres avenidas con semáforos cierran este mes el círculo de la M-30

Gabriela Cañas

"La M-30 se está malcerrando". El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, Luis del Rey, es tajante. Como lo es Enrique Villoria, concejal de Vivenda, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid, quien afirma: "La M-30 será un cinturón anómalo".En el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) no se opina de forma distinta. Por eso Juan Francisco Lazcano, subdirector general de Construcción de este departamento, es partidario de que coincidan un tramo de la M-40 y el cierre norte de la M-30. Habría que dar un poco más de rodeo, seguir cuatro kilómetros hacia el norte, por la autovía de Burgos desde la M-30, para enlazar con la M-40, y a través de ésta y del monte de El Pardo, regresar a la M-30 junto al enlace de la Zarzuela. Así se completaría, en 1994, el auténtico primer cinturón de circunvalación de la capital de España.

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Hasta entonces, las obras que están a punto de concluir serán sólo un remedo. Según las previsiones, la avenida de la Ilustración debería quedar conectada al enlace de la Zarzuela el día 28. Esta obra, dependiente del MOPT, está cumpliendo los plazos previstos, según Lazcano. Para este mes se había planeado también el final de las obras del eje de Sinesio Delgado, responsabilidad de la Comunidad y del Ayuntamiento. Villoria asegura que estará a primeros de abril.

Hebilla de tres peines

Ambas vías, unidas a la avenida de la Ilustración, formarían, según Villoria, una "hebilla de tres peines". Así, el automóvil procedente de la autovía de La Coruña que quiera acceder a la M-30 por el norte tendrá tres caminos: la avenida del Cardenal Herrera Oria, la avenida de la Ilustración y Sinesio Delgado. Por los dos primeros se topará con la carretera de Colmenar y el congestionado nudo de Manoteras (el nudo norte). Por el tercero, llegará a la Castellana a la altura de la Ciudad Deportiva del Real Madrid, y desde allí podrá internarse en el sinuoso túnel de Pío XII, que sale a la M-30.

Para Enrique Villoria, lo sensato es observar el comportamiento del tráfico cuando las tres vías estén en servicio. "Quizá funcionen bien, el tráfico se redistribuya y Herrera Oria se descongestione", explica. Pero en la mente de Villoria persiste la idea de que la avenida de la Ilustración necesitará una reforma: pasos a desnivel que eviten los semáforos y conviertan la avenida en una auténtica continuación de la M-30, en un intento de rehacer lo deshecho por planes que, excluyeron el proyecto de la circunvalación por creerlo innecesario. La M-30 suma casi 30 kilómetros de autovía urbana en su mayoría, cuyo coste nadie se atreve a calcular. Según las cuentas municipales, sólo en expropiaciones se han gastado 30.000 millones de pesetas. Cada pequeño tramo se ha contado siempre por cientos de millones de pesetas. Se tardó 22 años en poner en marcha el proyecto y 28 en realizarlo. Los diseños visionarios no se tomaron en cuenta hasta que la presión de la realidad los convirtió en imprescindibles. No es casual que las obras se emprendieran en 1964. Entre ese año y 1970, los 250.000 vehículos de Madrid se duplicaron. Los políticos han aprendido la lección de que toda previsión de tráfico se queda pequeña. "La M-40 que habíamos diseñado hace sólo siete años", dice Lazcano, "era una carretera de dos carriles en cada sentido, con glorietas a nivel. Sin embargo, la estamos haciendo con tres carriles y con pasos elevados". Y Villoria asevera: "Ya deberíamos estar haciendo las reservas de suelo sobre un proyecto preciso de la M-50".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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