Israel acepta ser investigado por supuesta exportacion de material militar de EE UU

El ministro de Defensa israelí, Moshe Arens, expresó ayer en Washington la disposición de su Gobierno a recibir a una comisión de expertos norteamericanos para que investigue las acusaciones de los servicios de inteligencia estadounidense, según las cuales Tel Aviv facilitó tecnología militar de EE UU a terceros países.Arens negó tajantemente que Israel haya suministrado a China datos técnicos sobre el misil Patriot o un ejemplar del mismo, utilizado durante la guerra del Golfo para interceptar los misiles Scud iraquíes.

La prensa norteamericana, publicó la semana pasada, citando fuentes de inteligencia, que Israel había violado los acuerdos con Washington al haber reexportado armas de origen estadounidense a China, Suráfrica, Etiopía y Chile. Tales informaciones han sido interpretadas por las autoridades de Tel Aviv como "una campaña tendente a sabotear las relaciones entre Israel y Estados Unidos", en palabras del viceministro de Exteriores, Benjamín Netanyahu.

La acusación se produce en plena controversia entre ambos países por la resistencia del Departamento del Tesoro norteamericano a conceder a Tel Aviv las garantías a créditos por valor de 10.000 millones de dólares si no suspende la colonización de los territorios ocupados. Arens reiteró en Washington que Israel no está dispuesto a pedir limosna por una ayuda económica que necesita imperiosamente para hacer frente a la llegada de los inmigrantes judíos procedentes de la ex Unión Soviética.

Por otra parte, un portavoz del Ejército israelí contradijo en Jerusalén la información difundida inicialmente sobre la muerte el domingo pasado de tres palestinos en la Cisjordania ocupada, al asegurar que los soldados judíos dispararon contra los palestinos antes de que éstos pudieran hacer uso de sus armas. El Alto Mando israelí había asegurado que en un enfrentamiento armado en un campo de refugiados cerca de Nablús tres palestinos resultaron muertos. La OLP denunció ante la ONU lo que calificó de "incremento de la política israelí de agresión y represión en los territorios ocupados".

Otros tres palestinos resultaron muertos ayer en Gaza, esta vez a manos de compañeros suyos que les acusaron de "colaborar con las autoridades israelíes".