El Papa proclama otros 51 mártires de la guerra civil española

El papa Juan Pablo II proclamó ayer el martirio -o muerte "por odio a la fe", según la denominación técnica- de Felipe de Jesús Muñárriz y 50 religiosos claretianos que fueron asesinados en Barbastro (Huesca) en agosto de 1936. Se trata del cuarto proceso de este tipo realizado por el Vaticano desde 1987, que eleva ya a 164 el número de mártires de la guerra civil española.El Gobierno español sugirió, inicialmente y de manera oficiosa, a la Santa Sede que estos procesos podrían resultar inoportunos porque actualizan una visión unilateral de la guerra civil frente a la que la sociedad española se siente plenamente reconciliada. Dicha unilateralidad resulta inevitable en la medida en que la Iglesia ensalza a los muertos de un bando y no a los del otro.

No obstante, el Gobierno siempre ha estado representado por la Embajada de España en el Vaticano en los actos de beatificación de estos mártires, que ascienden a los altares sin necesidad de que se demuestre su intercesión milagrosa. Al primer acto de ese tipo, en 1987, acudió incluso el entonces vicepresidente del Congreso, Leopoldo Torres.

En octubre se celebrará en Roma la cuarta de estas beatificaciones, la de un grupo de hermanos de San Juan de Dios asesinados cuando viajaban en tren de Madrid a Barcelona. Los mártires de ayer serán probablemente beatificados en 1993.

Por otra parte, la Iglesia reconoció ayer la intercesión milagrosa de otros dos españoles: Ezequiel Moreno y Díaz, nacido en Alfaro en 1848 y obispo de Pasto (Colombia), y de Nazaria Ignacia March Mesa, nacida en Madrid en 1889, que fundó las Misioneras Cruzadas.