Cinco países surafricanos acceden en Kioto a que siga prohibido el tráfico de marfil

Cinco naciones africanas que han venido luchando por el levantamiento de la prohibición del comercio de marfil acordaron ayer aceptar que persista la prohibición durante cierto tiempo para evitar un mayor enfrentamiento sobre este polémico asunto. Botsuana, Malaui, Zimbabue y Namibia, que no renuncian a su petición de un tráfico limitado, efectuaron el anuncio durante la octava asamblea de la Convención sobre Comercio de Especies en Peligro (CITES) que se celebra en Kioto. Suráfrica, por su parte, se comprometió en una declaración "a continuar con la prohibición de cualquier importación o exportación de productos de marfil hasta el próximo encuentro", dentro de dos años.La iniciativa africana aleja momentáneamente el peligro deuna posible escision en la organización que regula el comercio de miles de animales y plantas en vías de extinción, y puede sentar las bases para una solución intermedia. Simon Stuart, representante de la Unión Mundial para la Conservación (UICN), comentó después de la declaración que se trata de la primera señal "tangible" de compromiso por parte de los países surafricanos. "A pesar de que todavía hay elementos en la posición de estos países que causan preocupación entre naciones miembros de CITES, nuestra organización espera que todos los participantes reconocerán que éste es un significativo avance".

En una declaración conjunta, Botsuana, Malaui, Zimbabue y Namibia subrayan que la moratoria, que tendrá que ser aprobada por el pleno con dos tercios de mayoría, tendrá una duración "razonable" y su objetivo será establecer un sistema de comercio eficaz contra los abusos y la actuación de los cazadores furtivos. Un funcionario de CITES consideró díficil que la propuesta de los países surafricanos, que sigue siendo la de pasar el elefante de la lista I (prohibición total de comercio) a la II (comercio limitado), aunque con el añadido de la moratoria para el tráfico de marfil, sea aceplada, ya que son mayoría las naciones que quieren asegurar en la reunión de Kioto la permanencia de los elefantes en la lista I. La veda fue aprobada en 1989, después de que el número de elefantes africanos disminuyese en un 50% con respecto a 1981 y quedara reducido a 600.000 ejemplares.

La secretaría de la CITES ha considerado que las poblaciones de elefantes de tres de los cinco países surafricanos -Botsuana, Zimbabue y Suráfrica- son suficientes para que se practique la caza y el comercio controlados, pero no así en el caso de Malaui (2.000 ejemplares) y Namibia (4.500).

Cargamento confiscado

El debate de Kioto coincidió ayer con la requisa de un cargamento ilegal de 27 colmillos en el puerto japonés de Kobe. Este cargamento es el mayor encontrado en Japón -país gran consumidor de marfil- desde el pasado mes de abril y ha hecho recordar que el tráfico ilegal de marfil persiste. La industria japonesa del marfil, sin embargo, cree que se trata de un montaje de elementos opuestos a la reanudación del comercio, destinado a poner en evidencia a la industria nipona en la conferencia, informa Efe.