La elevada deuda de la Comunidad frena el crecimiento de su presupuesto
El presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, y sus consejeros intentarán cuadrar hoy las cuentas de la región para mantener la inversión sin que se dispare la deuda pública, que supera ya los 180.000 millones de pesetas. El Gobierno autónomo prevé un incremento de casi un 10% en los presupuestos de 1992, con el fin de disponer de 451.000 millones, incluidas las dotaciones económicas de sus organismos autónomos y empresas públicas.
Una de cada seis pesetas que maneje la Comunidad este año procederá de créditos concedidos por los bancos. Y el resto de los ingresos saldrá de los impuestos cedidos y de las aportaciones del Estado. Fuentes de la Consejería de Hacienda consideran que la financiación de la Comunidad de Madrid no se resolverá hasta 1993, cuando está previsto que gestione la recaudación de otros tributos estatales, como los del juego y el de patrimonio.Mientras tanto, los gastos del Consorcio Regional de Transportes, del Ingreso Madrileño de Integración (salario social) y de la red hospitalaria (en la que figura el Gregorio Marañón), pesan como una losa sobre las arcas de la Comunidad. Esta carga bloquea la ejecución de nuevas inversiones.
Transportes y Política Territorial son los departamentos que van a manejar un mayor volumen de gasto, ya que ambos suman un tercio de los 451.000 millones. Pero las inversiones de la Consejería de Integración Social experimentan el incremento más fuerte, del orden del 30%. La vivienda, las carreteras y el Metro se llevan una tajada de 62.000 millones, y el Plan Regional sobre Drogas recibe una asignación de 1.600 millones, un 20% más que en el ejercicio anterior.
Retrasos
La Comunidad no se ha dado mucha prisa en presentar sus cuentas de los dos últimos años. Las elecciones y la falta de respaldo político en la Asamblea de Madrid obligaron al Gobierno de Leguina a prorrogar los mismos presupuestos de 1990 durante casi todo el ejercicio pasado. El estatuto de autonomía precisa que el Ejecutivo debe remitir el proyecto de ley de presupuestos a la Asamblea dos meses antes de que acabe el año, pero los responsables de la Consejería de Hacienda no han tenido luz verde para diseñar las previsiones económicas de 1992 hasta que se cerraron, hace un mes, los acuerdos con el Ministerio de Hacienda sobre el nuevo sistema de financiación autonómica.
Por segundo ejercicio consecutivo se frena el incremento experimentado en los presupuestos de 1989 y 1990, cuando Leguina comenzó su política de pactos económicos con Izquierda Unida. En los últimos cuatro años, el presupuesto de la Comunidad se ha duplicado.
El grupo de IU en la Asamblea, cuyos 13 diputados garantizan al PSOE la mayoría parlamentaria, ha puesto condiciones al proyecto de presupuestos presentado por el equipo de Leguina. IU reclama "un incremento sustancial en las inversiones de repercusión social". Para la coalición, la creación de empleo exige aumentar un 28% las partidas del año pasado frente al 9,2% asignado a la Consejería de Economía. IU también plantea un alza del 16% en las dotaciones para vivienda, mientras que la propuesta del Ejecutivo fija un incremento del 12,6%.
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