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El mandato de Alvarez del Manzano ya tiene un monumento, "símbolo del año 2000"

Juan Antonio Carbajo

El alcalde de Madrid, José María Alvarez del Manzano, ya tiene su monumento conmemorativo, toda vez que el mérito de los pasos subterráneos que construyó en los dos últimos años, en coalición con el CDS, se lo llevó su predecesor, Agustín Rodríguez Sahagún. El alcalde inauguró ayer el faro de Moncloa, una torre de 92 metros que ha crecido en 366 días como "símbolo del Madrid del año 2000", comentó.

Álvarez del Manzano asumió el diseño futurista de la torre metálica de Moncloa, que contrasta claramente con la arquitectura del entorno, como símbolo de la evolución de la ciudad. "Estamos haciendo el Madrid del año 2000, avanzando hacia el futuro respetando el presente", dijo el alcalde a 92 metros de altura sobre los trabajadores de la EMT que le esperaban en la base para abuchearle. El faro se abrió al público un año y un día después de que se emprendieran unas obras envueltas en polémica. La Comunidad de Madrid entabló una batalla legal contra su construcción por varias infracciones urbanísticas, que perdió en el Tribunal Superior de Justicia.

Varias cosas han fallado del proyecto inicial. Las obras se adjudicaron en 343 millones de pesetas, y la factura final que ha presentado la constructora Entrecanales ha subido a 630 millones (un 83% más). La ejecución, prevista en seis meses, ha durado un año.

Tampoco se ha instalado el rayo láser que amenazaba con prolongarse a 50 kilómetros. "Se pensó que podría deslumbrar a los automovilistas", explicaron ayer los técnicos. El faro, no obstante, estará resaltado por 20 proyectores que emitirán una luminosidad equivalente a la de 80 farolas.

La torre será visitable de diez de la mañana a dos de la tarde y de cuatro a ocho de la tarde, al precio de 200 pesetas, veinte duros menos para niños y jubilados. La entrada da derecho a utilizar un ascensor panorámico y pasear por los 400 metros cuadrados de la cabeza, desde donde se divisa gran parte de Madrid y, dependiendo del tiempo, el monasterio de El Escorial y el Valle de los Caídos.

El Ayuntamiento quiere convocar un concurso para que un organismo privado mantenga la torre a cambio de su explotación. "Aún no hemos pensado instalar un restaurante o similar, aunque dependerá de las ofertas", explicó el concejal de Obras, Enrique Villoria. Entrecanales, que sigue encargándose de la torre, sí ha pensado cómo obtener rendimiento: en breve alquilará el faro a una firma automovilística para una fiesta por todo lo alto.

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