Bush promete un cambio de rumbo tras su pírrica victoria en las primarias de New Hampshire
Correr por la presidencia. Así se llama en el lenguaje político de Estados Unidos a la campaña para llegar a la Casa Blanca. Hasta ahora, esa carrera parecía tan desigual que se acostumbraba a decir que George Bush había decidido andar por la presidencia. Eso se ha acabado: tendrá que correr, y correr en serio, si quiere acabar en primer lugar en las elecciones de noviembre. Después del voto de castigo sufrido en las primarias de New Hampshire, el presidente asegura que ha recibido el mensaje y que está en condiciones de ofrecer un nuevo proyecto de futuro para el pueblo norteamericano.
"El mensaje de anoche", declaró Bush, "es que los norteamericanos están preocupados por el futuro. Yo tengo las respuestas correctas y las transmitiré a los votantes en los próximos ocho meses y medio".Los resultados de New Hampshire, donde Bush consiguió el 58% de los votos, pero donde su rival republicano, Pat Buchanan, le quitó nada menos que el 40%, reflejan la impopularidad del presidente en estos momentos. Es insólito que un hombre que llega a esta prueba tras haber ganado la guerra del Golfo y consolidado a EE UU como única potencia mundial, pierda cerca de la mitad de los votos frente a un desconocido que se gana la vida escribiendo columnas en los periódicos. "Yo ni siquiera sé quién es Buchanan, pero voté por él porque no me gusta Bush". Este sentimiento del dueño de un restaurante de Manchester lo comparten miles de personas que han decidido castigar a su presidente.
El mensaje contra la política de Bush ha sido claro, y el presidente lo ha captado. Después de la noche más amarga de su carrera política, el presidente se trasladó a Knoxville (Tennessee), donde declaró: "No voy a dar nada por seguro. Me voy a arremengar e ir a por ellos". "Hasta el momento he sido cortés y gentil. Seguiré siendo cortés, pero ahora me preguntó hasta que punto debo seguir siendo gentil", dijo Bush, y comentó que estaba satisfecho con los resultados obtenidos el martes en New Hampshire. "Me gustaría hacerlo mejor", dijo.
Trabajo en casa
El mundo puede olvidarse de Bush por una buena temporada porque el presidente va a estar muy ocupado ahora en Dakota del Sur, Georgia, Tejas, Florida, Maine y los demás Estados en los que se celebran elecciones primarias en los próximos meses.
"Una nueva revolución norteamericana está en marcha", declaró Buchanan en la noche del martes al anunciar su éxito. En opinión de Buchanan, el presidente ha sido castigado por traicionar los principios republicanos que le legó Ronald Reagan , por perder la competencia económica frente a los productos extranjeros, y por no presentar una imagen de liderazgo para un nuevo orden internacional.
Ese criterio coincide básicamente con el del vencedor demócrata, Paul Tsongas, al que los electores de New, Hampshire premiaron por su honestidad al plantear un programa económico serio y realista.
La batalla por la nominación demócrata parece ya reducida a un mano a mano entre Tsongas, que obtuvo el 34% de los votos aquí, y Bill Clinton, que llegó a un 26%. Bob Kerrey, con el 11%, y Tom Harkin, con el 10%, siguen en la carrera, a la espera del desfallecimiento de los primeros, mientras que Jerry Brown, que alcanzó un digno 8%, se confirma en su papel de candidato testimonial. Mario Cuorrio, gobernador del Estado de Nueva York y gran ausente para la nominación en el bando demócrata, obtuvo un 3% de los votos a pesar de que no se había presentado.
La votación alcanzada por Bill Clinton, después de haber superado una campaña de acusa ciones sobre su vida privada, lo deja en buena posición para afrontar con posibilidades de éxito las próximas elecciones primarias en los Estados del Sur, donde su popularidad es mucho mayor que la de Tsongas.
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