El electorado de New Hampshire propina un severo castigo al presidente Bush
El presidente de Estados Unidos, George Bush, a la hora del cierre de esta edición (dos de la madrugada de hoy), parecía disfrutar de una mínima victoria en las primarias de New Hampshire sobre su contrincante republicano, Pat Buchanan, lo que supone una severa advertencia del electorado norteamericano contra la forma en que el presidente dirige el país, particularmente la economía. En el lado demócrata, los primeros datos adelantados por las cadenas de televisión confirman una victoria de Paul Tsongas sobre Bill Clinton.
Los sondeos hechos públicos nada más cerrarse los colegios electorales pronosticaban más de un 45% de los votos para el polémico comentarista Pat Buchanan, que constituye un éxito espectacular para un hombre que, sin ser un político profesional, ha conseguido capitalizar lo que ya se confirma como un enorme descontento popular por la actuación de Bush, a quien el electorado acusa de no haber prestado interés a los problemas nacionales.El resultado obtenido por Buchanan, que todavía no era oficial a la hora de cerrar esta edición, no tiene por qué poner en peligro inmediatamente la reelección de George Bush, pero sí garantiza una fuerte competencia entre los dos republicanos en las próximas elecciones primarias. Si no se produce un cambio notable en la política de la Casa Blanca, Pat Buchanan, favorecido por el efecto de bola de nieve de su éxito aquí, puede convertirse en una pesadilla para el presidente.
Eso puede beneficiar también a los candidatos demócratas, entre los que ayer se consolidó Paul Tsongas como número uno. El gobernador Bill Clinton, perjudicado por las informaciones sobre su pasado personal, quedó en segundo lugar, aunque tiene todavía la oportunidad de remontar en las primarias por celebrarse en los estados del sur del país, donde Tsongas es casi desconocido. Cuando se llevaba escrutado el 5% de los votos, Tsongas contaba con el 341/o de los sufragios y Clinton el 31%. El tercer puesto se lo disputaban esta madrugada Bob Kerrey (14%), Tom Harkin (11%) y Jerry Brown (7%).
La victoria de Tsongas, un político sin carisma, pero con un fuerte mensaje económico, demuestra también la gran importancia que el electorado ha concedido a este tema. Tsongas tiene actualmente 250.000 de la res (unos 25 millones de pesetas) para hacer frente al resto de la carrera electoral, mientras que su rival Clinton cuenta con casi diez veces más de dinero para la campaña. Eso será una grave limitación para el futuro del ex senador de origen griego.
Si Tsongas no puede ratificar su triunfo en las elecciones de los tres primeros martes del mes de marzo, es posible que alguna otra figura del Partido Demócrata se decida a entrar en liza. Esta posibilidad se ve favorecida después de comprobarse, tras los resultados de ayer, que George Bush es muy vulnerable en estos momentos. Horas después de las elecciones de New Hampshire, los demócratas empiezan a acariciar la posibilidad de regresar a la Casa Blanca después de 12 años apartados de ella.
"Nadie que piense en la crisis que estamos sufriendo puede votar por Bush", decía ayer a la puerta de un centro de votación una mujer que se disponía a de positar su papeleta en favor del demócrata Bill Clinton. En New Hampshire, el desempleo se ha multiplicado por tres desde que Bush llegó a la Casa Blanca. Las elecciones primarias de ayer, el inicio de un proceso que se celebra en uno de los peores momentos de Estados Unidos, son la primera prueba de hasta qué punta la crisis pone en peligro la reelección del actual presidente.
"Yo no creo en lo que se dice de Buchanan, que es un nazi y todo eso, lo que sé es que hay que decirle a Bush que no vamos a tolerar que se pase otros cuatro años ignorando nuestros problemas. Buchanan, al menos, está dispuesto a ayudamos", comenta una de las personas que anuncia su voto en favor del polémico comentarista político.
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