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Más fuera que dentro

Felipe González ha hecho 108 viajes oficiales al extranjero y 30 por España

Más fuera que dentro. El presidente del Gobierno, Felipe González, que acaba de desplazarse a Barcelona, viaja mucho menos por España que al exterior. En nueve años de mandato ha realizado 108 giras oficiales fuera de nuestras fronteras frente a 30 viajes nacionales de este carácter. Si se excluyen las cumbres bilaterales y los despachos con el Rey en Palma, la cifra se reduce. Mayores son los desplazamientos privados o en campaña electoral. España ha ganado en relevancia internacional, pero los viajes internacionales y la escasa presencia parlamentaria son criticados por la oposición.

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"Si viaja, porque viaja. Si no viaja, porque no viaja. Haga lo que haga, siempre hay quien critica al presidente", se lamenta el subsecretario del Ministerio del Portavoz del Gobierno, Miguel Gil. Un detenido repaso -realizado por la Redacción de EL PAÍS y que admite un ligero margen de error por la difícil clasificación de algunos desplazamientos- arroja el siguiente balance: desde que alcanzó la presidencia en 1982, Felipe González ha realizado 108 viajes oficiales al exterior. A éstos se pueden sumar otras 12 visitas al extranjero, de carácter privado o como dirigente socialista.En La Moncloa explican los motivos: la situación internacional ha cambiado, y el mundo es cada vez más interdependiente. España, miembro de la Comunidad Europea desde 1986, ha ganado peso; está presente en más foros y el prestigio exterior de su presidente es alto. La mayoría de los desplazamientos han sido europeos, pero a Latinoamérica ha viajado en más de 10 ocasiones.

Las visitas oficiales por España se resumen en una treintena. El dato incluye los viajes veraniegos a Palma de Mallorca para despachar con el Rey y las cumbres bilaterales celebradas en el interior con los dirigentes de Alemania, Francia, Italia y Portugal. Descontado este tipo de desplazamientos, los viajes oficiales por España se reducen notablemente. Sevilla -su tierra natal- y Barcelona son las ciudades que más ha visitado.

Casi todos los viajes a Cataluña han tenido las mismas características: visita privada que se aprovecha para hacer gestos políticos significativos, informa Enric Company. El último, celebrado los pasados viernes y sábado -en plena precampaña electoral autonómica-, fue para recoger el galardón de Andaluz del Año. Aprovechó para almorzar con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y visitar el recinto olímpico. En Cataluña se asegura que una de las razones de la escasez de visitas de González es su fría relación con Pujol.

"Es una opción"

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El subsecretario Miguel Gil considera "un tópico" las críticas a González por la escasa cosecha de viajes interiores. "Se considera muy importante el trabajo en el despacho. Es una opción, una forma de enfocar la labor", argumenta Gil, quien enmarca las críticas en "una cierta nostalgia autárquica". Además, agrega, el presidente abomina de las inauguraciones.

Las campañas electorales sí consiguen que González, secretario general del PSOE, abandone La Moncloa para dar media docena de mítines. También abandona el palacio para viajar privadamente. Su afición a pasar fines de semana en el campo -Cazorla (Jaén) y Doñana (Huelva) sobre todo- es conocida. Aunque en 1991 González pasó 33 días fuera de España, la tendencia cambiará este año. Los acontecimientos del 92, Juegos Olímpicos y Expo, le convertirán en anfitrión de las numerosas personalidades que llegarán a nuestro país. También le harán desplazarse con mayor asiduidad a Sevilla y Barcelona.

El presidente viaja poco por España, pero sus vecinos de Madrid tampoco le ven. "Otro tópico gratuito", responde Gil cuando se le pregunta si el presidente está aislado en palacio. "Él no hace publicidad de sus amistades, ni despliegues espectaculares cuando sale. Eso no quiere decir que no vaya a cenar fuera o que no tenga amigos. Es un hombre discreto". La discreción y la popularidad no son buenas aliadas. "Yo entiendo que le dé miedo salir, porque, si va al teatro, hay 14 que le dan la lata con que arregle la Seguridad Social", explica el humorista José Luis Coll. Él fue un asiduo de la bodeguiya de La Moncloa, donde González se reunía con distintos amigos. La costumbre ha desaparecido prácticamente.

Vivir y trabajar en el mismo sitio también condiciona. El relax para una intensa jornada de trabajo llega con la lectura, la fotografía y los bonsais. Para eso no hace falta salir de casa.

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