Moscú prefiere ayuda económica a alimentos
La Operación Suministrar Esperanza se puso ayer en marcha con aviones norteamericanos, europeos, japoneses y turcos llenos de suministros y medicinas para los 11 países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), sucesora de la URSS. Tanto los donantes como los receptores consideran que este despliegue es más espectacular que efectivo, y los dirigentes rusos agradecen la ayuda e insisten en que lo realmente importante es que los países ricos se decidan a concederles los 17.000 millones de dólares que Borís Yeltsin pidió durante sus recientes viajes al Reino Unido, Estados Unidos y Francia.
El propio James Baker, secretario de Estado norteamericano admitió ayer en Francfort, desde donde despidió el primer vuelo de ayuda de su país, que esta operación "no llenará de comida y medicinas los estantes vacíos", pero ayudará a aliviar las enfermedades y el hambre. Baker se desplazó anoche a Moldavia, la primera etapa de una gira de nueve días que le llevará a siete Estados de la CEI, incluidas las repúblicas enfrentadas de Armenia y Azerbaiyán.Alexandr Zhitnikov, el responsable ruso de coordinar la recepción y distribución de la ayuda humanitaria, comentó días atrás que más que de una ayuda simbólica, "de lo que se trata realmente es de garantizar la entrada de grandes cantidades de suministros de todo tipo. Esperamos que la ayuda alimentaria sea precisa sólo por un periodo corto de tiempo, pero durante años necesitaremos otras", precisó. Zhitnikov considera que es inadecuado el transporte por vía aérea, mucho más caro que la utilización de camiones, trenes o barcos.
La ayuda americana, canalizada a través del puente aéreo que comenzó ayer y se prolongará durante dos semanas, no alcanzará los 80 millones de dólares, y forma parte del paquete de 650 millones anunciados por el presidente Bush en la conferencia que reunió en Washington a representantes de 54 países los pasados 22 y 23 de enero. Los suministros norteamericanos son sobrantes de la guerra del Golfo.
Aunque la Comunidad Europea comenzó sus envíos a fina les de año, el despliegue propagandístico que se ha efectuado en torno al puente aéreo norteamericano ha llevado a un buen número de países europeos, como Alemania, Francia e Italia, a enviar también ayer comida y medicinas por vía aérea. Japón tampoco quiso quedar ayer al margen y, aprovechando la diferencia horaria, fue el primer país que envió un avión Jabarovsk al, Extremo Oriente ruso. Desde Turquía salieron aviones hacia dos repúblicas musulmanas: Azerbaiyán y Turkmenistán.
El equipo económico del Gobierno ruso se encuentra sumido en estos momentos en la reconducción de la reforma económica, después de que la subida de precios del 2 de enero haya tenido unas consecuencias peores de las esperadas tanto sobre la inflación -los precios se han multiplicado por 3,5 o 4 durante ese mes, en vez del 2,5 previsto- como sobre la producción, que está cayendo entre el 16% y el 18%. En estas condiciones, la ayuda humanitaria que viene por el aire es apenas un leve alivio, según afirmó hace unos días Yegor Gaidar, el máximo responsable de la reforma económica, en una comparecencia ante la prensa internacional. Gaidar subrayó que es vital acelerar la entrada de Rusia en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente ruso, Borís Yeltsin, subrayó durante su reciente visita a París que el aplazamiento en la concesión de fuertes ayudas a su país podía resultar peligroso para todos. "Se tiene que comprender que si Rusia no logra llevar a cabo su reforma reaparecerá la dictadura".
Precisamente ayer, los ministros de Economía y Finanzas de la CE aprobaron en Bruselas la concesión de un préstamo de 500 millones de ecus (65.000 millones de pesetas) a Rusia para financiar la compra de medicinas y alimentos, informa . Este crédito había sido aprobado por los Doce en la cumbre de Roma de diciembre de 1990, pero estaba bloqueado por la ausencia de avales bancarios en destino.
La solución ha sido conceder a Rusia la financiación en principio destinada a la antigua Unión Soviética, gracias a las garantías recibidas de los organismos financieros de esta república. Por otra parte, la CE se ha comprometido a aportar otros 1.250 millones de ecus (162.500 millones de pesetas) en créditos dentro del programa de ayuda aprobado por el Grupo de los Siete Grandes. La apertura de esta línea crediticia está pendiente de que Rusia y las restantes repúblicas de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) presenten "una garantía conjunta y solidaria".
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