Defensa pregunta a los militares si aprueban que el Ejercito "luche contra el terrorismo"

La unidad de Estudios Sociales del Ministerio de Defensa ha distribuido a unos 2.000 oficiales de los tres ejércitos una encuesta en la que, entre otras muchas cuestiones, se les pregunta si aprueban que las Fuerzas Armadas se dediquen en el futuro a la "lucha contra el terrorismo". El "cuestionario sobre las funciones de las Fuerzas Armadas", según fuentes de Defensa, ha sido elaborado por una asociación internacional de sociología militar llamada Ergomas y distribuido entre militares de varios países europeos.

La encuesta, que parece querer acabar con el mito del gran mudo que se atribuye a las Fuerzas Armadas, intenta conocer la opinión de los militares sobre su razón de ser y expectativas de futuro tras el fin de la guerra fría, en un momento en que la mayoría de los parlamentos y gobiernos de Europa se está replanteando el papel y el tamaño de sus ejércitos.Buena parte de las 42 preguntas obligatorias y 21 optativas que componen el cuestionario se refiere a la función de los militares en el nuevo escenario internacional. Muchas de las hipótesis planteadas contravienen claramente las leyes vigentes en España, mientras que otras tienen un claro contenido político que excede del ámbito profesional del militar.

En el segundo apartado de la encuesta, bajo el epígrafe "La amenaza futura", se pregunta a los militares si creen que las Fuerzas Armadas de su país "deberían intervenir en gran medida, bastante o nada en absoluto" para controlar una serie de amenazas, entre las que cita "acciones bélicas encubiertas (terrorismo)" e "inmigraciones desde países extranjeros", además de guerras en el Tercer Mundo o conflictos nucleares por accidente.

En otro apartado se pregunta a los militares si creen que en el futuro tendrán mucha o poca importancia una relación de hasta 17 "posibles misiones de las Fuerzas Armadas en su país". Dichas misiones van desde la "lucha contra el terrorismo" hasta "mantener la seguridad interior (tareas policiales)"; "sustituir a los trabajadores civiles en caso de huelga"; "ayudar en la vigilancia de las fronteras entre países (especialmente en el caso de emigraciones masivas); "luchar contra el tráfico de drogas organizado"; o realizar tareas de "protección del medio ambiente".

Los militares no sólo deben expricar lo que creen que sucederá en el futuro, sino también su opinión personal: "hasta qué extremo aprobarían" decididamente, parcialmente, no demasiado o en absoluto el hecho de que dichas misiones "adquieran una mayor importancia" para las Fuerzas Armadas.

Pocas respuestas

Fuentes del Ministerio de Defensa aseguran que el cuestionario, que lleva fecha de noviembre pasado, ha sido traducido textualmente del original elaborado por la asociación Ergomas y admiten que algunas preguntas, como las referidas a la implicación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo, pueden resultar "delicadas" en España, aunque no en otros países europeos.La encuesta, según las mismas fuentes, ha tenido hasta ahora poco éxito, ya que sólo se ha recibido una cuarta parte de los alrededor de 2.000 formularios enviados, lo que resulta insuficiente para tener una muestra significativa de la opinión de las Fuerzas Armadas.

En medios de Defensa se atribuye el escaso número de respuestas a la "complejidad" del cuestionario, "excesivamente largo". Se trata de la primera encuesta que se hace en España entre oficiales de los tres ejércitos desde que se suprimieron los llamados "estados de opinión", que sólo reflejaban las opiniones de los mandos. El Ejército del Aire hizo recientemente un estudio similar, pero lógicamente excluía al Ejército de Tierra y la Armada y no planteaba cuestiones tan controvertidas.

Por ejemplo, la encuesta pregunta a los militares si creen que a medio plazo se abolirá el servicio militar obligatorio o bien se ampliará a las mujeres, y si son o no partidarios de esa evolución. También se les pide su opinión sobre la posibilidad de que los soldados puedan ejercer, en tiempo de paz, el derecho de huelga o de manifestación y se les permita afiliarse a sindicatos de militares, de funcionarios o de clase.

Entre las preguntas optativas figura una sobre la objeción de conciencia, en la que los militares deben indicar si la consideran una "postura correcta" o un "camino equivocado" y explicar porqué razón, a su juicio, los jóvenes objetan a la mili.

La encuesta, según las fuentes consultadas, que no pudieron precisar en qué otros países europeos, además de España, se está haciendo, "no tiene carácter oficial ni es obligatoria en la OTAN", aunque su interés está en comparar resultados de distintos países. A los militares se les pregunta, por ejemplo, si quieren que la OTAN extienda su competencia a las operaciones "fuera de área" o, por el contrario, se disuelva.