¿Guerra civil en la ex URSS?
¡Bravo por Alexandr Tsipko y su artículo de 27 de enero, El sendero de la guerra, que profundiza en la explosiva situación de la antigua Unión Soviética! Ya iba siendo hora de que en los análisis sobre tal cuestión se pronunciase la terrible expresión guerra civil, a la que parece abocada la actual Desunión Soviética.Tsipko señala, con absoluta nitidez, quien, de producirse la misma sería uno de sus más directos responsables: Yeltsin. Con sus ambiciones y miserias (tan humanas, eso sí). Pero habría otros, de aquel y también de este lado de Europa; y, sobre todo, de allende el Atlántico, de la América por antonomasia, la que sufrió, hace más de dos siglos, su propia guerra civil. Eran, tiempos distintos.
¿El fin de la historia fukuyamático? Eso quieren creer los que no ven sino sus ciclos cortos. Muy por el contrario, la historia recomienza. Sólo que esta nueva conflagración podría ir mucho más allá que una simple guerra civil, con todo y lo dramático de cualquiera de ellas. ¡Bien por los futurólogos del capitalismo! Mejor aún, para el complejo militarindustrial armamentístico del área occidental.
Pero cuidado con favorecer el desmelenamiento del segundo jinete del Apocalipsis de Juan sobre el inmenso territorio, hoy parcelado, de las que se llamaron repúblicas socialistas soviéticas. No sé si se ha acabado allí, de veras, con el comunismo. Lo que sí parece posible, en este hipotético y definitivo intento de prosperar, es que se puede terminar, de paso, con todas las Europas. Luego vendría la tercera reconstrucción, con la ayuda de los Grandes Hermanos que bañan sus pecados en las aguas del Pacífico. Y vuelta a empezar. Se diría que es nuestro sino. Por desgracia.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.