Bush anuncia una inversión de 10 billones de pesetas para mejorar la sanidad de EE UU
El presidente de EE UU, George Bush, ha anunciado un plan de mejora del sistema sanitario que costará 100.000 millones de dólares (nada más y nada menos que 10 billones de pesetas). Bush necesita esa fabulosa cantidad de dinero para que un total de 35 millones de norteamericanos, casi la población de España, puedan tener finalmente acceso a un seguro médico mínimo. Bush, que sabe que el tema sanitario es uno de sus talones de Aquiles en la presente campaña electoral, intenta así cortar el paso a las críticas demócratas. El plan se implantará a lo largo de los próximos cinco años.
El plan de Bush, hecho público en Cleveland (Ohio), el pasado jueves y que no tiene el carácter de ley, quizá para evitar la negativa del Congreso, prevé que las familias consideradas pobres reciban créditos y deducciones en sus impuestos para que puedan pagar un seguro médico mínimo. Los demócratas reclaman medidas más contundentes y por eso han calificado el plan de Bush como "electoralista e inadecuado".El plan no sólo beneficiaría a los 35 millones de norteamericanos que no poseen ningún tipo de cobertura médica, también significaría reducciones y ventajas fiscales para otros 95 millones de norteamericanos.
En EE UU viven 250 millones de habitantes. El panorama sanitario estadounidense es crítico. Hay mujeres que no pueden tener hijos porque temen necesitar una cesárea. El coste de la intervención -7.500 dólares (750.000 pesetas)- no está cubierto por muchos seguros. En otro tipo de especialidad, una operación de bypass cuesta como mínimo 50.000 dólares y tampoco está cubierta por el seguro.
Sin seguro médico
Los norteamericanos se gastan en sanidad diariamente 2.000 millones de dólares y en su último presupuesto, el Gobierno dedicó el 12,3% de su producto nacional bruto a este apartado.En Estados Unidos existen dos tipos de seguros sanitarios federales, el Medicaid y el Medicare, y ambos se han quedado obsoletos. Medicaid cuesta cada año 185.000 millones de dólares y proporciona ayuda médica a sólo 27,5 millones de norteamericanos. Se utiliza para pagar la desintoxicación de 158.000 niños del crack -1.800 millones de dólares al año- y para ayudar a 35.000 enfermos de sida.
Medicare, el otro programa de seguridad social, cuesta 110.000 millones de dólares al año. Se creó hace 26 años con un presupuesto de 5.000 millones. Está orientado a la población anciana, pero otorga los mismos beneficios a los jubilados con problemas económicos que a los que cuentan con suficientes ingresos o ahorros para pagarse su propia cobertura médica privada. El fraude es otro de los problemas del sistema sanitario de Estados Unidos. Se calcula que el 20% de las intervenciones y tratamientos no son necesarios y que eso supone un gasto oficial de unos 75.000 millones de dólares anuales.
La medicina privada parece ser, de momento, la solución para poder respirar tranquilo. Pero no está al alcance de todos. Los seguros son carísimos y muchas empresas no los cubren al 100%, por lo que millones de norteamericanos dedican una buena parte de sus salarios a pagar su cobertura.
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