El fiscal espera que el tribunal apruebe sus dos peticiones de muerte en Cuba

El Tribunal Provincia¡ Popular de Ciudad de La Habana podría dictar dentro de unas horas la pena de muerte por fusilamiento contra los dos principales implicados en la causa 3/1992, de la sala de los delitos contra la seguridad del Estado, seguida contra nueve cubanos acusados de piratería y asesinato por haber ocasionado la muerte a tres policías el pasado 8 de enero, cuando el grupo pretendía robar un barco en la base naval de Tarara para huir hacia la ciudad costera estadounidense de Miami.

El juicio, que se celebra desde el lunes en el céntrico barrio de La Habana Vieja, sigue marcado por la tensión y las manifestaciones de repulsa de la población. Desde hace dos días, unos 300 cubanos rodean las zonas aledañas del tribunal esperando la salida de los acusados para quienes piden a gritos el fusilamiento.La vista oral del juicio continúa cada vez más marcada por acusaciones políticas al Gobierno de Estados Unidos. En su interrogatorio a los acusados, el fiscal, José Luis Toledo Santander, intentó demostrar en todo momento que los encartados cometieron su crimen motivados por la certeza de que, pasase lo que pasase, si llegaban a territorio norteamericano, serían bien recibidos por las autoridades estadounidenses.

Héroes en Miami

Dos de los acusados, a preguntas tanto del fiscal como de los abogados, afirmaron que ellos pretendían abandonar ilegalmente Cuba para "llegar como héroes a Miami", cosa que no sucedería si lo tramitaban según lo establecido por las leyes migratorias de EE UU.Santander, que también actuó como fiscal en el juicio contra Eduardo Díaz Betancourt, ejecutado el pasado 30 de enero, declaró al término de la primera sesión que no creía que "se le presentasen grandes dificultades en el desarrollo de las pruebas", y que, por ello, "el juicio marchaba exitosamente desde el punto de vista de la imputación fiscal".

Santander expresó además que el juicio estaba resultando "muy tenso, muy largo y muy complejo en todos los órdenes", y anunció que las pruebas periciales y las declaraciones de los testigos, que deben ser presentadas en el transcurso de esta segunda sesión, resultarán definitivas.

El representante del ministerio fiscal ha pedido al tribunal la aplicación de la pena de muerte contra Luis Miguel Almeida Pérez, de 24 años, y René Salmerón, principal cómplice del primero en el asesinato de los agentes del Ministerio del Interior.

Según las pruebas documentales presentadas al inicio de la vista, Almeida acribilló a balazos con un fusil soviético AKM al vigilante Rafael Guevara Borges, de 30 años; al soldado de tropas guardafronteras Orosman Dueñas, de 24; al sargento de la Policía Nacional Revolucionaria Yuri Gómez, de 19, e hirió gravemente al sargento Rolando Pérez Quintosa, de 24.

Después de disparar contra los dos agentes, Almeida -siempre según la citada prueba- entregó una pistola Makárov a René Salmerón, quien entró en la garita donde se cometió el asesinato y disparó varias veces.

Durante la primera sesión de la vista oral celebrada el lunes, el tribunal, compuesto por Santander, siete abogados de la defensa y cinco magistrados, escuchó las declaraciones de los acusados, quienes reconocieron su participación en los hechos. El principal acusado, Luis Miguel Almeida, afirmó haber disparado "desde el suelo" varias ráfagas del AKM contra los policías, ocasionándoles la muerte.

[Por ota parte, dos cubanos se refugiaron hace una semana en la residencia del embajador italiano en La Habana, Carlo Civiletti según informaciones de la agencia EFE corroboradas por fuentes diplomáticas.]