La economía mundial crecerá en torno a un 3% anual durante la década de los noventa, según los expertos

JAVIER AYUSO ENVIADO ESPECIAL,La economía mundial no podrá crecer por encima del 3% de media anual durante la década de los noventa, frente al 4,5% registrado en los ochenta. Esta es una de las principales conclusiones a las que han llegado los hombres de negocios y expertos económicos en las sesiones de trabajo del Forum Económico Mundial que se clausuraron ayer en la ciudad suiza de Davos. El ex primer ministro francés Raymond Barre, que ha actuado de coordinador de las jornadas, intentó romper el pesimismo de días pasados al señalar, entre las conclusiones, que los problemas mundiales podrán empezar a solucionarse en dos o tres años.

A pesar de ello añadió que "hay que desistir de estimular el crecimiento económico con medidas financieras y emplearse a fondo en la liberalización a todos los niveles". En medio de una fuerte nevada que se prolonga ya durante 48 horas, el millar de asistentes a la reunión anual de Davos intentó ayer sacar conclusiones de la larga semana de trabajo y reuniones. En medio del ambiente de pesimismo que ha reinado durante los últimos siete días, Raymond Barre buscó ayer los aspectos más optimistas de los debates y apostó por el punto medio en cuanto a predicciones de salida de la crisis. Los más optimistas habían hablado en los primeros días de una recuperación a final de este año y los más pesimistas, con Karl Otto Pöhl a la cabeza, hablaban de 10 años para recuperar un cierto crecimiento sostenido.Pero el ex primer ministro francés apostó ayer por un plazo de dos o tres años para solucionar los graves problemas que padecen las economías de todo el mundo y por una tasa de crecimiento cercana al 3% de media para la década de los noventa; una cifra realista si se compara con el 4,5% obtenido en los ochenta.

Barre explicó, sin embargo, que "la opinión expresada en los debates es que sería mejor no adoptar medidas estimulantes desde el punto de vista financiero, sino que los mercados se corrijan automáticamente. Lo que sí es urgente es que se siga avanzando en la liberalización internacional".

Cerrar la Ronda Uruguay

Éste es precisamente uno de los temas que más polémica ha suscitado durante los últimos días. Las críticas a los países más desarrollados por no conseguir cerrar la Ronda Uruguay y las dos propuestas realizadas respectivamente por el ministro de Economía alemán, Juergen Möllemann (convocar una cumbre extraordinaria del G-7 en abril), y el comisario europeo de la competencia, Leon Brittan (ampliar el poder efectivo del GATT), han llenado buena parte de las discusiones. Según el ex primer ministro francés, "no hay que ser derrotistas sobre los problemas surgidos para cerrar la Ronda Uruguay. Yo confío en que se siga avanzando poco a poco y que se consiga un acuerdo definitivo antes de fin de año. No puede ser de otra forma".

En esta sesión anular del foro de Davos se han presentado muchos más países que en años anteriores y los hombres de negocios de los países desarrollados se han lanzado a la busca de inversiones. La escasez de recursos financieros ante una demanda desbordante ha sido motivo de debate en diversos grupos de trabajo y, según Raymond Barre, será uno de los grandes problemas de la década. "Las necesidades de capital", explicó, "son hoy muy superiores a otros momentos de la historia reciente y afectan tanto a los países desarrollados como a los que setán en vías de desarrollo. El problema es que ni Estados Unidos ni la CE están en condiciones de exportar capital como hicieron en épocas anteriores. Tan sólo Japón puede ejercer ese liderazgo financiero". A su juicio, las áreas emergentes del mundo para los noventa son, además de los tres grandes bloques económicos que seguirán expandiéndose por sus áreas de influencia, Brasil, India, China y Suráfrica, "que podría ejercer el liderazgo económico en el continente africano".