Satélites artificiales a simple vista

La estación orbital Mir, en la que viven actualmente dos astronautas ex soviéticos, los transbordadores espaciales Shuttle de EEUU y el satélite de investigación de alta atmósfera (UARS) se pueden observar a simple vista, desde toda España, algunas noches. Cruzan el cielo como un punto brillante que se desplaza sobre un fondo de estrellas, pero hay que saber exactamente adónde mirar. La ONU ha iniciado un servicio de información para su localización por los aficionados.

Los organizadores de esta campaña, iniciada dentro del Año Internacional del Espacio que se celebra en 1992, solicitan la participación activa de la gente en todo el mundo y piden a quien vea estos ingenios que anote la hora exacta, la trayectoria y apreciaciones sobre el brillo, y que lo comunique a los centros de recogida de datos en cada país, que a su vez pasará las anotaciones a la ONU. En España esos centros son el Planetario de Madrid (Tfno 91 / 467 34 61) y el Planetario de Pamplona (Tfno 948 / 22 63 00).El objetivo de este programa, según Petr Lara, jefe de la División de Asuntos del Espacio Exterior (OSAD) de la ONU, es promover el interés en los satélites artificiales, y ampliar el conocimiento popular sobre la ciencia y la tecnología espacial.

"Se trata de que la gente tome conciencia de la importancia de los satélites de investigación" explica Asunción Sánchez, directora del Planetario de Madrid. "Es un modo de influir en la opinión pública para que apoye los fondos destinados al espacio", añade.

"Tanto la estación Mir como los tansbordadores estadounidenses (y hay cuatro viajes del Shuttle previstos para este año) modifican sus órbitas durante las misiones", explica Petr Lara. "Los errores en las predicciones de paso que se hagan podrán atribuirse casi siempre a maniobras impredecibles". El satélite UARS es un objeto poco visible, pero la estación Mir se ve con una magnitud de brillo parecida a las estrellas más brillantes.

La OSAD advertirá a lo largo del año las fechas en que serán visibles en cada país los satélites artificiales brillantes. Los planetarios ajustarán los datos a la situación de España, especificando la orientación hacia la que hay que mirar para verlos. "Si los aficionados observan algo diferente de la predicción es interesante comunicarlo para el seguimiento de las trayectorias", explica Sánchez. El suplemento Futuro de EL PAÍS adelantará las fechas y condiciones de observación.