Brando concluye en España su trabajo en 'Colón'

Marlon Brando se quitó ayer el hábito y dejó de ser el inquisidor Tomás de Torquemada en la película Cristóbal Colón: el descubrimiento. Talamanca de Jarama, el mismo pueblo de Madrid donde comenzó hace 12 días el rodaje en España, fue también el último escenario que pisó el escurridizo actor. Una secretaria, un chófer guardaespaldas y un Mercedes azul oscuro han sido, en España, los mejores amigos de este hombre inaccesible. Hoy, el equipo técnico se trasladará a Malta para continuar durante dos semanas el trabajo sin Brando, sin Raquel Ward y sin Tom Selleck.

A falta de algunas posibles tomas por realizar esta mañana, el rodaje terminó oficialmente ayer, según dijo un portavoz de los Salkind desde París. Brando, que a partir de ahora se desliga por completo de la película, irá de Madrid a Londres o París.Nadie en la productora sabe hasta cuándo permanecerá en el hotel Palace, donde desde el sábado 18 de enero ha llevado una vida tan monacal que sólo se le ha podido ver cenando, en alguna ocasión, en el grill. El actor norteamericano no ha aprovechado la oportunidad de visitar los puntos clave de todo desconocedor de Madrid. 0, al menos, nadie le ha visto en ellos.

Durante su estancia, la presencia de Brando cambió el ritmo del hotel: guardias de seguridad, expulsión de fotógrafos y la presencia de curiosos buscando ver al mito. Las tajantes medidas para defender la intimidad del actor aumentaron de día en día y consiguieron ocultar al voluminoso actor, cuyo deseo de pasar desapercibido le llevó a veces, durante el rodaje, a moverse cubierto con una manta. Pese a ello, en algunos momentos pudo ser sorprendido por las cámaras, tanto en sus recorridos en coche como vestido con el hábito blanco y negro del inquisidor.

En opinión del productor Alexander Salkind, la delicada situación familiar del actor -en mayo pasado su hijo Christian era juzgado por acusación de asesinato- le ha convertido en un hombre aún más receloso con la prensa de lo que siempre ha sido. Según dijeron algunos miembros del equipo de rodaje, incondicionales del actor, Marlon Brando no repite las tomas. Pero no todo el mundo cuenta lo mismo. El martes se rodó en Segovia la escena final: el momento en que Colón comunica a los Reyes Católicos, tras su llegada a España, que ha encontrado un nuevo continente. Y Brando, como los demás actores, se sometió a la disciplina del director y repitió las veces que hizo falta.Entre toma y toma, el actor mascullaba sus diálogos memorizados antes de rodar la escena, o se iba a buscar una bolsa de patatas fritas para picotear. Pero cuando comenzaba la acción dejaba literalmente pasmados a los otros intérpretes, que en ese momento veían al mito que es, más reconocible en la actualidad por su voz que por su deformado físico. En la escena estaban todos los principales intérpretes, incluido el único actor español, Manuel de Blas, que interpreta a Vicente Pinzón, uno de los hermanos.

Durante los 12 días de rodaje en España (en Talamanca, Segovia y Sigüenza), sólo el actor Tom Selleck se acercó un día a los informadores para que lo fotografiaran. Los periodistas, ateridos de frío bajo la nieve, no podían imaginarse tanta generosidad por parte de un miembro del equipo, y lo confundieron con un extra. En lugar de recibirle con preguntas lo hicieron a base de desagradables insultos.