La gira del Mussolini chino

Cuando, en 1989, Li Peng anunció la imposición de la ley marcial que derivó en la matanza de Tiananmen, nos preguntamos cuánto tiempo tardarían los Gobiernos de Occidente en olvidar ese terrible crimen del régimen .comunista chino. (...) La actual rehabilitación por Occidente del primer ministro chino culminará en el encuentro con Bush. (...)En vez de ofrecer un apretón de manos televisivo a los comunistas de China, sería mejor que Bush mostrara respeto por el pueblo chino al asegurar públicamente que (...) no ve la necesidad de reunirse con un primerministro que actúa como centinela de uno de los últimos partidos comunistas supervivientes. (...) Los líderes occidentales y George Bush pueden argumentar que China no puede ser olvidada, ya que Li Peng representa a una camarilla que controla asuntos de importancia a nivel mundial. Por ejemplo, el año pasado Pekín fue acusado de vender tecnología armamentista nuclear a Argelia e Irán. (...)

Pero, a pesar de que los políticos occidentales se obstinen en rehabilitar a Li Peng, debe haber una forma de apoyar los valores democráticos. Daremos la bienvenida a Li Peng y sus camaradas de partido de la misma forma que se la dimos al fallecido dictador Ferdinand Marcos. Podrán venir si están de acuerdo en permanecer en América y renuncian a su ¡lícita exigencia de seguir gobernando a su pueblo mediante la represión.

28 de enero