Puerto Rico y México lloran a José Ferrer, primer actor hispano que ganó el Oscar

Con la muerte el pasado domingo en un hospital de Miami (Florida, EE UU) del, puertorriqueño José Ferrer desaparece no sólo el primer actor de habla española que obtuvo, hace 42 años, un Oscar, sino también quien lo logró adaptando al cine la obra de Edinond Rostand Cyrano de Bergerac, hoy de actualidad tras la versión de Gerard Dépardieu. Ferrer, que murió a los 80 años, llevó el Cyrano al cine, al teatro, la radio y la televisión, como actor y director.Ferrer, hijo de españoles y nacido en la localidad puertorriqueña de Santurce, fue un actor que, al contrario que otros de sus contemporáneos de Broadway y Hollywood, prefirió la profesionalidad a la publicidad. En Estados Unidos su muerte le ha valido escuetas notas, distribuidas por las agencias de noticias y en las que se recoge un breve perfil biográfico.

En México, otros países latinoamericanos y, sobre todo, Puerto Rico (donde el gobernador de la isla ha declarado la consternación de su país ante la muerte de Ferrer) los periódicos, sensibles al talento del actor y conocedores de la hazaña que supone para un hispano alcanzar un Oscar, especialmente si se remonta a 1950, le han rendido un justo y emotivo homenaje. Adiós a un grande, tituló el lunes el rotativo mexicano El Nacional; Llanto en el Moulin Rouge, resaltó El Universal.

José Ferrer obtuvo el Oscar por su interpretación de Cyrano, pero amó tanto al personaje que lo llevó también a la radio, a la televisión, al teatro y al mundo discográfico. En 1975 inauguró el festival teatral de Chichester como director y no actor de Cyrano. Ferrer fue llamado urgentemente al Reino Unido para dirigir Cyrano porque, por imperativos de última hora, no lo pudo hacer el director Tony Richardson. El actor cambió en ese momento las tablas por la dirección y pasó a la historia como el hombre que introdujo por primera vez en el teatro británico el melodrama que recoge las peripecias del narigudo más famoso de la literatura.

"Vivo frugalmente, bebo sólo vino, duermo en una buena cama y, francamente, no me importa ya nada". La frase es de Ferrer, un hombre que hace 10 años fue recuperado para el cine por Woody Allen para interpretar una comedia en la que hacía de un profesor que muere, tras una extraña experiencia, la víspera de su boda. "Debo decir que me sorprendió la atención con que me trató Allen, a quien me encontraba frecuentemente en el ascensor, porque ambos compartíamos el mismo edificio", dijo Ferrer entonces. "Soy un actor que no está acostumbrado a que le traten como estrella".

José Ferrer le ganó a Anthony Quinn, el otro gran actor hispano de Hollywood, en dos años en la obtención del Oscar. Ferrer llegó al teatro y al cine con formación universitaria en Princeton. Tuvo un papel estelar en películas de contenido histórico o de carácter biográfico basadas en personajes como Juana de Arco, Cervantes, Gandhi, Lawrence de Arabia, e interpretó al pintor Toulouse-Lautrec, del que hizo una memorable recreación en Moulín Rouge, dirigida por John Huston. Fue director y actor de Yo acuso (1958), basada en la vida del capitán Alfred Dreyfuss. Aictuó junto a Humphrey Bogart y Fred MacMurray en El motín del Caine.