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CUENTA ATRÁS HACIA LA UNIÓN MONETARIA / Y 2

El Gobierno español presentará en febrero su plan de convergencia y será discutido en abril por la Comisión

Alemania, Portugal e Italia ya han presentado a la CE sus objetivos para 1996

El Gobierno español todavía no tiene ultimado el plan de convergencia económica a la Comunidad Europea. Fuentes del Ministerio de Economía explicaron a este periódico que los trabajos continúan a su ritmo, "pero que no hay que precipitarse, porque hasta el mes de abril no será discutido por la Comisión Europea". Las previsiones oficiales apuntan a que Carlos Solchaga presente el plan en las próximas semanas al Consejo de Ministros, de forma que se pueda entregar en Bruselas durante el mes de febrero.Mientras tanto, varios grupos de trabajo están elaborando informes con diversos escenarios macroeconómicos entre 1992 y 1996, en que finaliza el plazo para haber logrado los objetivos fijados en la cumbre de Maastricht. El objetivo obligado de inflación para el ejercicio de 1996 debe situarse por en torno al 3%, porque, aunque la situación actual de los tres países con menor índice de precios le daría un colchón de más de un punto, hay que prever que ellos también mejoren su situación de aquí a 1996. Este objetivo supone frenar el crecimiento de los precios en más de dos puntos en cuatro ejercicios, teniendo en cuenta que en 1992 será muy difícil frenar la inflación por la subida del tipo medio del IVA y por los propios Presupuestos del Estado, que exigen una fuerte financiación.

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En Economía se insiste en que ese objetivo es factible, aunque las fuentes consultadas no han querido desvelar cuáles serán los instrumentos que se utilizarán para ello. Sin embargo, expertos consultados señalan que el camino a seguir está muy claro, porque la situación aconseja una política de reformas estructurales muy concreta. Óscar Fanjul, presidente de Repsol, y Guillermo de la Dehesa, presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, coinciden al calificar la actual situación de precios como una inflación de costes y no de demanda. "Ante una situación como la actual", dice De la Dehesa, "sólo una política posible consistente en efectuar reformas estructurales en diversos sectores, modificar la política fiscal, mantener una política monetaria restrictiva y una contención salarial auténtica". Fuentes de Economía confirmaron que no hay muchas opciones posibles y que la política de contención de la inflación "debe realizarse mediante acciones concretas en los sectores que más están influyendo en la subida, de precios en los últimos meses, como los servicios y algunos otros en los que hay que incidir en la defensa de la competencia".

Óscar Fanjul va más allá al afirmar que esas reformas estructurales "deben avanzar en la línea de aumentar la competencia, abrir los mercados, eliminar las actuales rigideces del sistema y, en definitiva, seguir la línea del resto de los países comunitarios". "Aunque", añade el presidente de Repsol, "tampoco hay que descuidar la política presupuestaria, que afecta muy directamente a la evolución de los precios, ni tampoco la política de rentas,, cuyos efectos son inmediatos".

Poco margen de maniobra

Todos los expertos consultados coinciden asimismo en que hay un escaso margen de maniobra y que el plan que presente el Gobierno en Bruselas no aportará grandes novedades. Lo único que se espera con cierta inquietud son los planteamientos de política fiscal, ya que el cumplimiento de los objetivos hace imprescindible reformar algunas de las actuales premisas con las que se elaboran los Presupuestos del Estado todos los años. En CEOE se llega a pedir que se modifiquen los Presupuestos de 1992, ,,aunque sea mediante la fórmula tan utilizada hasta ahora de créditos extraordinarios y apartados sin cubrir". Sin embargo, en el Ministerio de Economía y Hacienda se han descartado modificaciones en ese sentido.

De cualquier forma, Solchaga está dispuesto a no apurar la convergencia hasta el último momento, por lo que pudiera pasar en los países más avanzados de la CE. Si los Estados con menores tasas de inflación -Dinamarca, Luxemburgo, Francia y Bélgica- siguen reduciendo sus incrementos de precios, los países más inflacionistas -Grecia, Portugal, Italia y España- tendrían que hacer un esfuerzo adicional en los últimos meses, que podría repercutir muy negativamente sobre la propia actividad económica.

Hasta el momento, tan sólo Portugal, Italia y Alemania han presentado sus planes de convergencia en Bruselas. Los dos primeros han sido ya debatidos entre los ministros de Finanzas comunitarios, que han dedicado especial atención a los problemas graves de inflación, déficit y deuda pública. Antes que a España, cuyo turno de examen llegará en abril, los ministros de la CE analizarán las propuestas de Irlanda, Francia, Reino Unido y Alemania. De éstos, Alemania lo ha presentado ya, y Francia no presenta problema alguno.

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