George Bush hace un llamamiento para luchar contra las ayudas federales al aborto
Es una cuestión de sí o no. El tema del abor to divide a Estados Unidos en dos bandos. El pasado miércoles, fecha en la que se cumplía el decimonoveno aniversario de la sentencia del Tribunal Supremo conocida como Roe versus wade, que dio amparo legal al aborto, mides de norteamericanos se manifestaron en Washington en favor y en contra de la interrupción del embarazo. En las últimas 48 horas, más de 1.000 antiabortistas han sido detenidas. Mientras, el presidente George Bush hacía un llamamiento para luchar contra las ayudas federales al aborto.
Las manifestaciones pro y contra el aborto se iniciaron simultáneamente en la gran explanada del centro de Washington conocida como el Mall y que históricamente ha sido el marco de las grandes concentraciones en defensa de los derechos civiles. Fue aquí, donde ayer las abortistas gritaron: "Sí a la libertad", el escenario donde Martín Luther King lanzó personalmente su histórico mensaje en favor de la igualdad racial.El presidente Bush lanzaba simultáneamente otro mensaje. A través de la línea telefónica, y dirigiéndose a unos 70.000 manifestantes pro vida, Bush dijo que la vida se debe "proteger y defender" desde el primer momento. El presidente anunció que los republicanos continuarán luchando en el Congreso para detener Ios fondos federales para la práctica e abortos" y animó al sector público y privado para que se busquen "nuevas alternativas al aborto".
La palabras de Bush dieron alas a los grupos pro vida, cada vez más convencidos de que sus gritos no sólo tienen eco en la casa Blanca, sino también en el Capitolio y el Tribunal Supremo, donde los antiabortistas son mayoría.
La manifestación del miércoles era la tercera jornada de lucha desarrollada por la organización Operación Rescate, cuyo principal objetivo es enfrentarse físicamente al aborto, bloqueando sistemáticamente la entrada de las clínicas donde se practican. Los antiabortistas también tratan de presionar al Tribunal Supremo para que se termine derribando la sentencia Roe versus wade.
"Esta actitud de violencia física es ilegal y anticonstitucional y demuestra con claridad el tipo de personas que están a favor de prohibir el aborto", explica Dana Bode, una joven de 22 años convencida de que "la mujer debe tener derecho a elegir por sí sola". Bode, una de las manifestantes en favor del aborto libre, no da importancia a las palabras de Bush mientras sostiene una pancarta en la que se puede leer "Cristianos fascistas, iros a casa".
"Bush está acabado políticamente, y ni un sólo republicano inteligente le apoya públicamente en el tema del aborto, porque todos saben que éste es un derecho constitucional que las mujeres americanas han ganado a pulso", añadió la manifestante.
Otra voz en favor del aborto, la de Kate Michelman, líder de la Liga Nacional del Derecho al Aborto, declaró que "ha llegado el momento para iniciar las estrategias necesarias para preservar el derecho fundamental de la mujer a elegir por sí misma si desea o no tener un hijo".
Liz Dawson no opina así. A sus 31 años, está convencida de que el embarazo es un don divino y que sólo Dios puede detener el proceso de la vida. Sus siete hijos llevan pancartas en las que se puede leer: "Gracias por haber dicho no al aborto". "A mis hijos", explica Dawson, "Ies ha costado entender que haya gente que aborte y que el cuerpo de una mujer pueda ser a veces un lugar peligroso para un bebé".
Las manifestaciones anti y pro coincidieron con el anuncio de que el Tribunal Supremo revisará la ley del aborto del Estado de Pensilvania. Cualquier decisión podría reducir aún más el marco legal del aborto. Un grupo proaborto de aquel estado presentó al Supremo un recurso contra una decisión del Tribunal de Apelaciones de Pensilvania que consideraba correcta la nueva ley.
Los nueve miembros del Supremo, entre los que sólo hay una mujer -Sandra Day O'Connor-, deberan estudiar el caso y su decisión, que se hará publica en verano, podría alterar la jurisprudencia que emana la sentencia del caso Roe versus wade.
Washington continuará siendo un campo de batalla verbal. Las dos posturas están demasiado radicalizadas. Los grupos provida no dudan, incluso, de obstaculizar el derecho de la mujer americana a elegir y a ejercer sus derechos y durante los próximos meses bloquearan las clínicas abortistas de la capital federal. Los .abortistas reclaman que las autoridades protejan sus derechos constitucionales y se manifiestan contra la violencia y en favor de que las mujeres se sientan libres de elegir.
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