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'Guardia popular' ante el mausoleo de Lenin

El cuerpo embalsamado de VIadímir Uliánov, más conocido en la historia, como Lenin, continúa en el centro de Moscú, en la plaza Roja. La noticia de que iban a sacar del mausoleo la momia del fundador de lo que fue la Unión Soviética para enterrarla en la ciudad de San Petersburgo, la segunda del país después de Moscú, dada en el último telediario ruso del lunes, ya casi a medianoche, resultó carecer de fundamento.El medio centenar de activistas comunistas -en su mayoría mujeres- que corrió a impedir el anunciado sacrilegio se pasó toda la noche haciendo guardia bajo un frío cercano a los 20 grados bajo cero, sin que nadie llegara a atentar contra la paz del revolucionario rojo.

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Mijaíl Barsukov, comandante del Kremlin, denunció ayer los rumores del traslado de la momia como una "desinformación malintencionada", difundida en la víspera del aniversario de la muerte de Lenin.

El cuerpo de Lenin hace ya 60 años que se encuentra en la plaza Roja, y la ceremonia del cambio de guardia ante el mausoleo es una de las principales atracciones turísticas de la capital rusa.

Los extranjeros y rusos de visita en Moscú van sin falta a ver cómo los soldados salen del Kremlin por la puerta del Salvador y marchan garbosamente para llegar a la entrada del mausoleo en el preciso instante en que el carillón del Kremlin da su última campanada, marcando la hora de turno.

El escritor y parlamentario Yuri Kariakin fue el primero en plantear, en el verano de 1989, durante el Congreso de Diputados del Pueblo de la URSS, que el cuerpo de Lenin debía ser sacado del mausoleo y enterrado en San Petersburgo, ciudad que entonces todavía se llamaba Leningrado.

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Aunque Kariakin argumentó que el propio Lenin había pedido ser sepultado en el cementerio de Vólkovo, junto a su madre, y que la esposa de éste, Nadezhda Krúpskaya, había estado categóricamente en contra del embalsamamiento del cadáver, el discurso del escritor produjo el efecto de una bomba y abrió una discusión que no ha cesado hasta el día de hoy.

Los leninistas que aún quedan en Moscú recordaron ayer el aniversario de la muerte del fundador del Estado de la Unión Soviética con una reunión en la sala de cine del Museo de Lenin, que estaba repleta, y con una guardia popular ante el mausoleo.

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