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Los meandros de la silicona

La prohibición de implantes de mama alarma a las 200.000 personas operadas en España

Milagros Pérez Oliva

Desde su aparición, hace ahora 30 años, las prótesis mamarias han ido evolucionando, pero ninguno de los modelos acaba de satisfacer plenamente a los especialistas. El más antiguo consiste en una bolsa de gelatina sólida que, una vez introducida en el pecho, se llena a través de un tubo con suero salino. Su principal inconveniente es la pérdida de volumen a causa de las exudaciones; por eso surgió hace menos de una década la mama de gel, que consta de un envoltorio de silicona vulcanizada y un relleno de silicona gelatinosa que da a la prótesis una textura blanda y moldeable.Esta prótesis, que normalmente pesa entre 200 y 300 gramos -aunque hay mujeres que se las han puesto hasta de 600- se introduce por la aureola que envuelve el pezón, por debajo de la axila, o por la comisura que se forma entre la mama y el pecho, siempre con un corte mínimo que apenas deja huellas.

El problema es que también en este caso se producen exudaciones y de ahí proviene su peligrosidad. No fue el posible riesgo para la salud el que motivó la búsqueda de una nueva fórmula, sino el intento de evitar la pérdida de volumen, grave inconveniente si se tiene en cuenta que nueve de cada diez implantaciones se hacen por razones estéticas que abominan las flacideces.

La alternativa fue la prótesis trilaminada, que protege el gel con sucesivas capas de silicona vulcanizada. Este modelo reduce sustancialmente la sudoración -de 14 centésimas de gramo cada 120 días a una centésima-, pero no ha logrado eliminarla por completo y el riesgo persiste.

Encapsulamiento

Otro de los problemas que ha llevado de cabeza a cirujanos y fabricantes es el encapsulamiento. Como ocurre con todas las prótesis, el organismo responde a la presencia del cuerpo extraño provocando en el 40%.de los casos una fibrosis a su alrededor, una especie de costra protectora que aísla el injerto.

En cualquier caso, el encapsulamiento plantea el problema de que al cabo de poco tiempo, la prótesis baila dentro de la mama, y si bien puede resultar estimulante y hasta de apariencia más natural cuando se corre a seno descubierto por la playa, en situaciones de mayor intimidad, esos ligeros desplazamientos pueden resultar harto embarazosos, especialmente si se pretende ocultar el implante.

Para eludir este efecto, surgió hace cinco años la prótesis con envoltorio de poliuretano, de textura similar al terciopelo y, por tanto, menos móvil, pero pronto se comprobó que la reacción inmunológica del organismo atacaba el envoltorio y el poliuretano iba a parar al hígado, provocando peligrosas alteraciones hepáticas. Esta prótesis fue declarada de alto riesgo por la Agencia para los Alimentos y las Medicinas (FDA) de Estados Unidos en 1990.

La alternativa al poliuretano fue la prótesis con envoltorio de silicona rugosa. En este caso, el tejido muscular crece entre las rugosidades, y la prótesis queda perfectamente sujeta. El problema es que queda tan sujeta que el pecho permanece siempre tieso, cualquiera que sea la posición que, se adopte, "y tampoco es eso: una cosa es tener un pecho terso y otra muy distinta una prominencia siempre erecta," explica una vedette, que después de mucho rumiar se inclinó "por la prótesis bailonga".

Ninguno de los dos modelos ha logrado, sin embargo, evitar la sudoración y, por tanto, la posible migración de la silicona por los sistemas circulatorio y linfático, con efectos todavía por determinar que han motivado la prohibición cautelar por parte de las autoridades sanitarias.

Los ginecólogos han advertido que la prótesis dificulta la autopalpación y, por tanto, puede ocultar la presencia de un tumor, cuestión importante si se tiene en cuenta que el cáncer de mama es la primera causa de mortalidad entre las mujeres. En este caso ni siquiera se puede recurrir a la mamografía, pues la silicona provoca unas opacidades que impiden un diagnóstico seguro, según afirman varios radiólogos consultados.

Las prótesis mamarias estaban incluidas el año pasado en la lista de productos de revisión rutinaria por parte de la FDA, y en noviembre una comisión de expertos concluyó que no podía demostrarse una relación. entre las prótesis y el cáncer de mama. La decisión adoptada ahora, que ha tenido el efecto fulminante de suspender las implantaciones, ha cogido por sorpresa a todos. "La forma de dar la noticia ha sido poco afortunada y temeraria. No sabemos qué intereses han movido esta polémica ( ... ) pero han creado confusión y angustia gratuitas, afirma la empresa Sumsa, importadora de prótesis en Estados Unidos.

"La única explicación posible es que existan intereses comerciales ocultos, tal vez por algún nuevo producto", especula Maria Gea, especialista en medicina estética de Madrid. "El Ministerio de Sanidad ha demostrado que no tiene criterio propio y ha actuado por puro seguidismo", lamenta Josep Prió, gerente de Eymasa, que importa las prótesis Koken del Japón. "En cuestiones de salud, toda precaución es poca y la medida es meramente cautelar, a la espera de las conclusiones de la FDA", aclara Carmen Abad, subdirectora general de Farmacia.

Un líquido propicio para el fraude

El Ministerio de Sanidad ha prohibido cautelarmente las prótesis de silicona gelatinosa, pero no ha mencionado para nada la silicona líquida, que se utiliza para corregir arrugas y adornar el cuerpo con falsas masas musculares y tiene un riesgo mucho mayor de migración, razón por la cual está proscrita en Estados Unidos.Oficialmente, la silicona líquida para cirugía estética no existe en España. Carmen Abad, subdirectora general de Farmacia, ha corroborado a este diario que no se ha solicitado ni concedido en el registro de productos farmacéuticos ninguna licencia para este producto. Y sin embargo, no es difícil encontrarla. Varias fuentes han citado una farmacia de Barcelona que suministra silicona líquida a cuantos médicos la solicitan.

Y con ella se están habiendo barbaridades. Un travestido acudió a la consulta del doctor Ramón Riu, en la clínica Dexeus de Barcelona, con unos ganglios desmesurados y abatido por un cúmulo de molestias. No era para menos: le habían inyectado -no dijo dónde,- tres kilos de silicona líquida. Había conseguido un cuerpo escultórico, pero su organismo se resistía a asimilar semejante cantidad de engaño.

Cirujanos con pocos escrúpulos están utilizando la silicona líquida como sustituta del colágeno, un producto de origen orgánico que, inyectado, se utiliza para eliminar las arrugas. El colágeno es un producto seguro, pero tiene dos inconvenientes que han propiciado el fraude: su alto precio y su efímera duración. Una implantación para disimular las patas de gallo puede haber desaparecido al cabo de dos años.

La silicona líquida, en cambio, tarda mucho más en ser absorbida por el organismo. De ahí que algunos cirujanos ofrezcan a sus pacientes "un producto mucho más duradero y barato", muchas veces sin aclarar que se trata de silicona. Un centímetro cúbico de colágeno le cuesta al cirujano 12.000 pesetas, mientras que la misma cantidad de silicona apenas le cuesta 600. Así pueden ofrecer un implante de silicona por 20.000 pesetas, la mitad de lo que cuesta el colágeno, y tener a la clienta más contenta y manteniendo el margen de beneficio.

El rostro moldeado

La silicona es un producto sintético que se obtiene del petróleo, con infinitas aplicaciones industriales y domésticas. Su uso médico se inició hace más de 30 años y, aunque las prótesis mamarias se llevan la fama, la gama de productos disponibles en el mercado abarca desde pabellones auditivos hasta glóbulos oculares, pasando por planchas para soldar huesos astillados. De silicona son también las cánulas de las traqueotomías y ciertas piezas de las válvulas cardíacas.Su uso más extendido, sin embargo, se da en cirugía estética, y así como hay pechos para las mujeres, hay también testículos para los hombres, desde el tamaño de un huevo de paloma al de un huevo de gallina. Con la silicona puede uno transformar su rostro hasta perderlo de vista y se ha revelado como un excelente complemento del bisturí, pues éste reduce, pero a veces de lo que se trata es de añadir.

Unos pequeños moldes colocados bajo los párpados pueden terminar con las pertinaces ojeras y dos pómulos y un mentón bien colocados pueden transformar en luminoso el rostro más apagado. Los orientales tienen especial complejo de ojos hundidos y para ellos se han inventado unas pequeñas prótesis que, colocadas bajo el globo ocular, los hace saltones y vivarachos. También se fabrican vaginas de distintas profundidades para los transexuales.

Migración de partículas

La silicona sólida con la que se construyen las prótesis no presenta ningún riesgo para la salud. Las sospechas se centran en las formas líquidas y gelatinosas, porque se ha observado una migración de partículas de gelatina.

"No conocemos los estudios en que se ha basado la FDA para adoptar su decisión", explica Carmen Abad, subdirectora general de Farmacia. "En su argumentación cita un posible efecto carcinógeno, pero no explica por qué mecanismo. La mayor peligrosidad parece radicar en la posible afectación del sistema inmunológico. Al respecto se plantea la hipótesis de que las partículas de silicona provoquen unos anticuerpos específicos que se depositan en las articulaciones causando una especie de artritis reumatoide".

"Hace ya varios años que se describió este efecto y se demostró que la afectación era irrelevante. La FDA debe tener datos nuevos relevantes, de lo contrario, se trataría de una maniobra comercial. En cualquier caso, los médicos somos los más interesados en aclarar la cuestión y en que las prótesis que utilizamos sean seguras", dice Ramón Riu, cirujano plástico de la clínica Dexeus.

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