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POLÍTICOS Y CORRUPCIÓN

Sentís ratifica en el juzgado que Casinos desvió 598 millones 'negros' hacia Convergència

Jaime Sentís, el denunciante del llamado caso Casinos, aseguró ayer ante el juez que él personalmente entregó dinero de esa empresa al contable de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), Albert Serra Hugas, en la sede central de este partido, en el paseo de Gràcia de Barcelona, aunque habitualmente la entrega de dinero a cambio de facturas falsas se hacía en los locales de Casinos de Cataluña. Sentís, ex director financiero de Casinos de Cataluña / Inverama, ratificó ayer ante el juez el contenido de la querella que presentó en diciembre de 1989 contra Arturo Suqué, presidente de esa compañía.Este diario intentó anoche ponerse en contacto con Jordi Pujol, presidente de la Generalitat y de CDC; Miquel Roca, secretario general de ese partido, y Josep Caminal, responsable de organización del mismo, pero todos ellos se encontraban ausentes de sus despachos.

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En la querella por apropiación indebida contra el presidente de Casinos, Sentís afirma que, de acuerdo con las instrucciones de Suqué, entregó a Albert Serra (contable de CDC) 24 cheques bancarios por un total de 200 millones de pesetas, en 1987, y 51 cheques bancarios más por un total de 100 millones de pesetas, en 1989. Otra persona vinculada al aparato financiero del partido nacionalista, Francesc Gordo, recibió -siempre según la querella- un total de 298 millones de pesetas en 145 cheques durante 1986 y 1987. Gordo, responsable durante varios años de las finanzas y la administración de CDC, fue cajero de la campaña electoral del Partido Reformista Democrático, que encabezó Miquel Roca en 1986.

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El denunciante del 'caso Casinos' ratifica ante el juez que se desviaron 598 millones hacia Convergència

Viene de la primera páginaSentís presentó en diciembre de 1989 una querella criminal contra el presidente de esa compañía, Arturo Suqué Puig, por los presuntos delitos de falsedad en documento mercantil y apropiación indebida de más de 2.000 millones de pesetas propiedad de la compañía. En la querella se afirmaba que una parte del dinero presuntamente desviado de Inverama (casi 600 millones) se entregó a dos personas, que están vinculadas al aparato económico de Convergència Democrática de Catalunya (CDC), el partido del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Suqué preside asimismo Luditec, la empresa concesionaria de las loterías de la Generalitat.

Sentís abandonó España en febrero de 1990, después de comunicar al juzgado que desistía de la querella, pero la fiscalía decidió proseguir con la investigación del caso, por considerar que se trataba de presuntos delitos públicos. El verano pasado Sentís regresó discretamente a Barcelona y a mediados de diciembre anunció al juzgado que estaba dispuesto a comparecer como "parte querellante". Su declaración fue fijada para ayer.

Sentís admitió ante el juez que cobró de Inverama 300 millones de pesetas cuando retiró la querella y abandonó el país (en realidad fueron algo más de 400 millones, según fuentes conocedoras del caso), pero las justificó como "indemnización por abandonar la empresa".

En su declaración ante el juez, Sentís aseguró que el contable de CDC, Albert Serra, le fue presentado por el propio Arturo Suqué, y que Francesc Gordo aceptó también actuar como intermediario entre el declarante y Suqué y que mantuvieron una entrevista en la sede de los Mossos d'Esquadra (policía autonómica), en el paseo de Pujades de Barcelona, en 1989. Gordo fue director general de Seguridad de la Generalitat entre 1988 y 1989. También declaró Sentís que nunca había entregado cheques nominativos a favor de Gordo, Serra o Joan Antoni Sánchez Carrete (asesor fiscal de Casinos), sino que los cheques eran al portador y sólo en algunos casos a nombre de las empresas que, según él, presentaban facturas falsas a Casinos, "especialmente en el caso de la agencia [de publicidad] Tiempo / BBDO".

El ex directivo acusó ayer ante el juez a su ex abogado, Rafael Jiménez de Parga, de no haberle devuelto los documentos originales que sirvieron para confeccionar la querella, pese a que le ha requerido formalmente en dos ocasiones. Jiménez de Parga negó días atrás a este diario haber tenido nunca en su poder tales documentos y argumentó que él se limitó a asesorar civilmente a Sentís cuando éste negociaba con Casinos la venta de sus acciones, pero no en la querella. Dicho jurista no fue el firmante de la querella criminal. A falta de originales, Sentís presentó ayer fotocopias de algunos documentos y algún original.

Sentís afirmó que los pagos efectuados a Gordo lo fueron siempre "por indicación del señor Suqué" y que las facturas que éste le entregaba correspondían a varias empresas, y citó concretamente a la sociedad Faig (accionista mayoritaria de la hoy desaparecida Cadena 13, vinculada a CDC), y a los diarios El Correo Catalán y La Vanguardia, el primero de ellos ya desaparecido.

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