Las Fuerzas Armadas croatas y el Ejército yugoslavo acuerdan un nuevo alto el fuego
El Ejército federal yugoslavo y las Fuerzas Armadas croatas acordaron ayer en Sarajevo un alto el fuego que deberá entrar en vigor hoy a las doce de la mañana como paso previo al envío de fuerzas de las Naciones Unidas a las regiones en conflicto. Este acuerdo, el primero que negocian y firman directamente los mandos militares de las fuerzas contendientes, reforzó las esperanzas expresadas por el enviado especial de las Naciones Unidas, Cyrus Vance, de que por primera vez todas las fuerzas enfrentadas aceptan un plan de pacificación y el cese de los combates.
Mientras Cyrus Vance reiteraba ayer en Sarajevo que "todos han aceptado el plan", la artillería y la aviación federal bombardeaban de nuevo diversas ciudades croatas, como Rijeka, Novska, Daruvar y Karlovac. El alto el fuego anunciado es el decimoquinto que se acuerda desde el comienzo de la guerra en Croacia, pero cuenta, según Vance, con el visto bueno de la guerrilla serbia en Croacia y el mando militar.Dirigieron las negociaciones el general Imre Agotic por parte croata y el general Andrea Razeta por parte serbiofederal. El plan prevé que unos 10.000 cascos azules sean desplegados en las regiones croatas de Eslavonia, Baranja y Krajina, así como en BosniaHerzegovina. Con el presidente de esta república, Alia Izetbegovic, se entrevistó Vance para estudiar las medidas internacionales necesarias para evitar el estallido de la guerra en su territorio, habitado por musulmanes, serbios y croatas, donde la tensión interétnica se incrementa sin cesar. Las esperanzas de que este alto el fuego sea más duradero que los anteriores se ven empañadas por las interpretaciones de dirigentes serbios y croatas acerca del plan de despliegue de los cascos azules. El representante serbio en la presidencia, Borisav Jovic, manifestó que las autoridades civiles en las regiones en que estas tropas serán desplegadas estarán compuestas por las "fuerzas que las han liberado", en referencia a la guerrilla serbia.
La postura de Zagreb
Zagreb, por su parte, ha dejado claro que considera irrenunciables estos territorios (Eslavonia oriental, Baranja y Krajina, hoy ocupados por el Ejército federal y la guerrilla). El retorno de los centenares de miles de refugiados es, de momento, inviable, debido al grado de destrucción de la mayoría de las poblaciones en las regiones en guerra.
Por otra parte, hoy se celebra en Belgrado una conferencia para el establecimiento de la llamada tercera Yugoslavia, el Estado en el que el régimen serbio quiere mantener a toda la población serbia de la antigua Yugoslavia. Según Belgrado, en este Estado estarán integrados todos los pueblos de la antigua federación menos Eslovenia y lo que quede de Croacia. Sin embargo, Bosnia Herzegovina y Macedonia, dos repúblicas que Serbia quiere integrar a toda costa en la nueva nación, ya han solicitado su reconocimiento internacional a la Comunidad Europea.
Tanto Eslovenia como Croacia consideran esta conferencia una mera operación para legitimar el proyecto hegemónico panserbio. Pero las crecientes dificultades militares y políticas a que se enfrenta Serbia han llevado a Belgrado a recurrir en los últimos días a un tono conciliador con las minorías que estarían integradas en ese hipotético Estado.
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