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Recordando el peligro

Se ha señalado muchas veces que mientras que el capitalismo da muchas oportunidades, el socialismo sólo da una, y 1991 fue el año en que esta lección quedó definitivamente aprendida. El año que termina es el cuarto de una serie que ha roto el patrón de la política posterior a 1945, y también algunas ideas de la política mundial desde 1914. En 1988, una serie de crisis del Tercer Mundo, desde Afganistán a Namibia, comenzaron a resolverse. En 1989 cayeron los sistemas comunistas de Europa del Este. En 1990, Sadam Husein invadió Kuwait y comenzó a prepararse la guerra del Golfo. El año de 1991 ha quedado marcado sobre todo por el dramático resultado de estos acontecimientos anteriores: el colapso de la URSS y el desenlace de la guerra del Golfo. Al tiempo que marca el fin de una era, en muchos aspectos, marca las pautas de lo que va a venir, en la medida en que el colapso del sistema bipolar de guerra fría abre una nueva era de conflictos nacionalistas que ya ha estallado en los Balcanes y que amenaza con convertir a toda la zona desde el Adriático hasta Vladivostok en un gran Líbano. ( ... ) Y lo más importante de todo ( ... ) es que no hay, hoy en día, un medio de oposición y desaflo visible como existía antes de 1914. ¿Tiene el socialismo otra oportunidad, y si es así, de qué tipo y a través de qué medio? De todas las preguntas planteadas en 1991, ésta es la que merece la más cuidadosa atención.

, 1 de enero

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